Llegó más por la insistencia del partido, que por una convicción propia. Él mismo se ha auto definido como apolítico, aunque en la geografía política como una persona coincidente con las ideas de centro. Aunque, el destino le tenía reservado un asiento que él ni siquiera esperaba.
“Este partido siempre estuvo insistiendo, ellos comentaban que mi discurso que tenía o la visión que yo tenía de la educación coincidían exactamente con lo que ellos están proponiendo, con lo que propone MORENA a nivel nacional”, así sintetizó Gilberto Herrera Ruiz su inclusión en la lista de candidatos al Senado de la República luego de ser designado por la Asamblea Nacional Electiva y que le abrió de par en par las puertas del Partido Movimiento de Regeneración Nacional, en febrero pasado.
Durante y después del proceso electoral de 2015, se le acusó de haber apoyado al fallido candidato priista a la gubernatura, Roberto Loyola Vera.
Esa circunstancia lo puso en las listas de cálculo del análisis político como candidato natural del PRI a posiciones electorales como la presidencia municipal de Corregidora. Aunque su aspiración política inmediata era ser diputado local.
Durante los últimos dos años de su rectorado, al menos cuatro partidos políticos le ofrecieron posiciones electorales. PRI, Partido del Trabajo (PT) y MORENA entraron en la puja por llevarlo de candidato en alguno de los espacios que había para competir en 2018.
Pero, el destino irónico le tenía preparado otro camino político. Y, azar o predestinación, estuvo siempre a la vista pero nadie se dio cuenta de ello. Sus principales consejeros políticos siempre fueron el ala antipriista de la UAQ.
De hecho, no fue a través del Comité Directivo Estatal de MORENA como su nombre llegó a la tómbola de la Asamblea Nacional Electiva de la cual salieron los candidatos, sino por medio del Consejo Estatal del partido fundado en torno al ahora Presidente de la República electo.
Y es que el presidente del Consejo Estatal es el exdirigente del Sindicato Único de Personal Académico de la UAQ (SUPAUAQ), Ángel Balderas Puga, y en este órgano coinciden muchos universitarios y exalumnos de la Máxima Casa de Estudios, algunos de ellos pertenecientes al ala más radical del partido, quienes le ayudaron con la operación electoral universitaria durante las dos elecciones de rector que ganó Gilberto Herrera Ruiz.
Fue propuesto como candidato externo al partido, así compitió y ganó y, debido a que tan pronto pasaron las elecciones se cerró el registro partidario para hacer una auditoria al padrón de militantes a fin de limpiarlo de quienes llegaron a MORENA procedentes de otros partidos atraídos por las posibilidades de triunfo de Andrés Manuel López Obrador no lo secuestraran y se apropiaran de él, el ahora senador Herrera Ruiz continúa con la misma calidad partidista que cuando llegó.
Y -quien insistiera en ser candidato a diputado local para tratar de que se lograra la propuesta de presupuesto fijo de 3 por ciento del presupuesto total del estado a la UAQ, cuando en MORENA se le ofrecía la candidatura al Senado con el argumento de hacer lo mismo pero influyendo desde la Cámara Alta-, así se sigue asumiendo.
A pesar de ser el representante de MORENA de mayor rango electoral en Querétaro, futuro superdelegado federal en el estado y candidato natural a la gubernatura en 2021, no ha entrado a operar al interior del partido.
