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Covid-19 aplaza sus planes de casarse

Alma y Adrián estaban listos para casarse el 15 de agosto de 2020 pero se “atravesó” el Covid-19. Aplazaron la boda para el 6 de marzo de 2021 y luego el 21 de agosto de este mismo año, con plena confianza de que la pandemia pasaría pronto. Ahora esperan celebrar su unión el 20 de febrero de 2022, si el virus lo permite, en la iglesia de Tejeda.

Son una de las parejas queretanas que tuvo que aplazar su unión religiosa, a pesar de estar casados por lo civil desde febrero de 2020, antes de que “todo se cerrara” y ya esperan a su primer bebé. Sin embargo, se niegan a renunciar a la boda porque tienen 600 invitados desde noviembre de 2019 y anticipos cubiertos desde enero de 2020.

De acuerdo con la diócesis de Querétaro, el 70 por ciento de las celebraciones religiosas se pospusieron desde el inicio de la pandemia, entre bautizos, quince años y bodas. Algunas de ellas hasta en tres ocasiones, como les sucedió a Alma y Adrián.

Hasta ahora, Alma y Adrián “han tenido buena suerte” con los sacerdotes y los proveedores que optaron por esperar a que pueda realizarse la boda sin sancionarlos económicamente, aunque algunos casos, como el banquete, sí presenta ajustes que la pareja deberá cubrir.

“Tenemos muchos invitados, por eso decidimos aplazarla, tenemos 600 invitados y como empezaron a restringir que solo podía asistir el 30 por ciento o el 60 por ciento, eso nos limita mucho, no sabemos qué va a pasar ahorita, no la pensamos mover, no sabemos cómo va a estar iniciando el año, pero si sigue igual, ahora sí vamos a tener que recortar la gente”, detalló Alma.

En enero de 2020, la pareja pagó el 50 por ciento de todo lo necesario para la boda y a pesar de los incrementos de los productos y servicios por el tiempo que ya pasó, otros mantuvieron los costos.

El dinero que invirtieron es una de las razones por las que se niegan a cancelar la celebración religiosa, sobre todo porque el matrimonio civil fue solo con un grupo familiar muy pequeño y quieren tener a los amigos en una fiesta grande.

“La boda civil sí la alcanzamos a hacer, en febrero antes de que iniciara la pandemia”, señaló la pareja que en dos meses más tendrá a su primera hija. “Ella nos va a acompañar a la ceremonia religiosa”, agregaron entre risas.

Ambos esperan que esta vez la boda ya no se cancele, sobre todo por el avance de la vacunación. Alma ya recibió la vacuna contra el Covid-19 porque se encuentra embarazada y Adrián se registró para ser vacunado, así que está en espera de que le llamen.

Su confianza está puesta en que la gente entienda que debe usar cubrebocas y que deje de pensar que ya pasó el peligro. “Es algo preocupante ver cómo anda la gente en la calle como si no hubiera pandemia y no vamos a salir si no ayudamos todos. Ya nos queremos casar”, añadieron.

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