Chicago, IL.- Si hay algo que siempre ha distinguido a los mexicanos es su enorme solidaridad hacia los necesitados. Los gestos de ayuda para los miles de integrantes de la Caravana Migrante durante su paso por México ponen en evidencia el alto sentido de apoyo de mis paisanos.
La población de los estados que recorren los migrantes centroamericanos les está brindando auxilio fundamental, con alimentos, agua y hasta cobijo. Esas almas están huyendo de la pobreza extrema, de la violencia generada por las pandillas y la falta de oportunidades.
Los mexicanos son testigos de una verdadera crisis humanitaria que recorre sus carreteras con destino hacia la frontera norte. Recién nacidos, niños de todas las edades, muchos jóvenes, madres solteras, viudas y familias enteras caminan diariamente con la única esperanza de poder alcanzar los Estados Unidos.
Todos esos migrantes centroamericanos van cobijados por la bondad de los mexicanos, atendidos por la Cruz Roja, todos unidos para facilitarles la extenuante jornada hacia un país donde su presidente los utiliza para avivar el odio, el racismo entre sus seguidores de cara a las elecciones intermedias.
En realidad, las amenazas de Donald Trump para cortar la ayuda humanitaria a los países centroamericanos no tienen fundamento, porque en 1979 se aprobó una ley que impide que el Poder Ejecutivo modifique a placer las partidas presupuestales aprobadas por el Congreso estadounidense.
Actualmente Estados Unidos distribuye más de 500 millones de dólares entre Honduras, Guatemala y El Salvador, donde el destino de esos recursos es tan opaco que no dudo están acabando en los bolsillos de unos cuantos en el poder.
Mientras tanto los hondureños, guatemaltecos y salvadoreños literalmente huyen de sus países porque no pueden resistir más; lo hacen por desesperación, con desconsuelo hacia un destino muy incierto y peligroso. Por eso la solidaridad de los mexicanos es imprescindible en su camino.
En estos momentos México está lleno de ángeles que cuidan el andar de almas en pena. Ayudemos todos en esta jornada; no podemos dar la espalda a nuestros hermanos centroamericanos.