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Cuando baja la marea

Así como México está despertando al día después de las elecciones, Canadá está saliendo del largo letargo de uno de los confinamientos sanitarios más largos del mundo. Y las cosas que empiezan a salir a la luz no son muy buenas…

El divisionismo político mexicano quedó en evidencia, con alianzas partidistas antes impensables, una ciudad capital partida ideológicamente en dos (algunos la han comparado al Berlín de la era soviética), estados gobernados por varios partidos inmersos cada uno en sus propias realidades, ajenas a un proyecto nacional. Y al parecer el ritmo de vacunación contra Covid disminuyó y los contagios han empezado a repuntar…

Justo lo contrario pasó en Canadá, por fin saliendo de la 3ª ola de Covid, el esfuerzo de vacunación ha sido maratónico y ha colocado ahora al país entre los mejor posicionados a nivel mundial, con así un 70% del total de población vacunada con una dosis y 20% con dos dosis. Lentamente empiezan las reaperturas en las distintas provincias, pero al dejar de hablar acerca de la pandemia, fantasmas del pasado resurgen…

En los años 40’s del siglo pasado aun existían en Canadá lo que se conocía como Escuelas –Residencia, internados donde se adoctrinaba a hijos de indígenas para “civilizarlos”, hacerlos olvidar su lengua y su cultura. Había alumnos que iban solo por el día, pero muchos otros eran retirados de sus hogares y se quedaban a vivir en esas escuelas, administradas por la iglesia católica, sujetos a abusos sexuales y vejaciones.

Por décadas, los sobrevivientes de ese sistema y los líderes indígenas han exigido al gobierno canadiense que se abran investigaciones sobre cientos (o miles) de niños desaparecidos, además de compensar a los que aún viven por los abusos y traumas que dejó en ellos aquel sistema cuasi medieval. Semanas atrás el asunto tomó inusitada fuerza cuando en un viejo edificio en Kamloops, Colombia Británica, se descubrieron los restos de 215 niños indígenas.

De nuevo, las protestas sociales han lanzado ataques contra las estatuas de personajes históricos que, a la luz de lo que sabemos hoy, han sido cuestionados en sus legados. Es el caso del primer Primer Ministro de Canadá, John A McDonald, que siendo prócer fundador del Canadá moderno, está pasando a ser un símbolo del racismo por su papel en la creación de las escuelas-residencia para indios.

Un caso similar a un personaje vinculado a la historia de Querétaro: Fray Junípero Serra, recientemente canonizado. La versión tradicional lo presenta como un gran propulsor de la fe y defensor de los indígenas; pero hay grupos en Estados Unidos que han vandalizado imágenes del santo porque -argumentan- que él facilitó a los españoles el sometimiento de los pueblos indígenas.

El fantasma del racismo contra pueblos aborígenes canadienses trajo también la sombra de la discriminación contra musulmanes…

El pasado 6 de junio, en la ciudad de Londres, Ontario, un joven sajón de 20 años arroyó con su auto a una familia musulmana de origen paquistaní, asesinando a 4 personas y dejando herido a un pequeño de 9 años. Mucha gente se volvió a las calles para honrar a las victimas y demandar al gobierno de Justin Trudeau combatir de raíz el racismo sistémico.

Es usual en Norteamérica, ante masacres hechas por hombres blancos de habla inglesa, que se argumente problemas mentales como para disculpar sus actos, pero si el crimen lo hubiera cometido un negro, un latino o un musulmán, indudablemente se aplica todo el peso de la ley y los llaman terroristas. Llama la atención en este caso, aun cuando si se habló de problemas mentales, el joven ha sido acusado no solo de asesinato en 1er grado, sino también de cargos por terrorismo.

Así las cosas, además del tema de la urgencia de combatir el racismo y la discriminación contra minorías, empiezan a hacerse recuentos de los efectos de la pandemia en la economía. Por fortuna, los miles de millones de dólares entregados en apoyo a familias y negocios parecen haber tenido un efecto positivo. Es temprano todavía para conocer claramente como será la nueva realidad.

Muchos sondeos hablan de que tanto patrones como empleados, vislumbran el trabajo desde casa como una forma laboral que llegó para quedarse. La industria de bienes raíces esta resintiendo este fenómeno, los que pueden se mudan de departamentos a casas, en zonas suburbanas (puesto que ya no necesitaran ir diario a sus oficinas). Los rascacielos y edificios de oficinas, principalmente de empresas financieras, del centro prevén que la nueva realidad dejara vacíos amplios espacios que antes de la pandemia estaban ocupados por oficinas; en algunas ciudades ya se empiezan a transformar esas propiedades en condominios y departamentos en renta.

Aun cuando, en un principio de las vacunaciones masivas el gobierno de Justin Trudeau se opuso a la idea de crear los llamados “pasaportes de salud”, que se otorgarían solo a personas totalmente vacunadas (con 2 dosis). Esta semana la secretaria de Salud informó que ya se trabaja en ellos. Inicialmente solo para aquellos canadienses que quieran viajar internacionalmente, pues a la fecha ya la Unión Europea está aplicando este requisito para los turistas internacionales que quieran visitar el viejo continente.

Y aquí va a empezar otro etiquetado de personas, recordemos en existe mucha gente que no quiere vacunarse contra Covid y otros que, aun queriendo, no han logrado ser totalmente inoculados.

No solo el hecho de estar o no vacunado, sino ¿con qué producto? Se acaba de anunciar en los Estados Unidos que un par de eventos musicales masivos a realizarse en el otoño, van a requerir que los asistentes presenten prueba de estar totalmente vacunados, pero con las vacunas autorizadas en ese país: Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson. Aquellos a los que aplicaron AstraZeneca, no podrán asistir. Y aun cuando esta última se fabrica en Estados Unidos, las autoridades no la han aprobado para su uso en el país.

No sabemos si habrá o no una 4ª ola de Covid, pero los efectos de las 3 primeras están definiendo el perfil de la nueva realidad en todo el mundo. La pandemia ha desenmascarado los verdaderos intereses de aquellos que están en el poder. La gente ha aprendido a valorar cosas que antes dábamos por garantizadas como la libertad, la salud, el empleo, la interacción física, las salidas a restaurantes, las fiestas familiares, ir al gimnasio, a espectáculos, a bares, etc.

En México, están por verse los verdaderos colores de los partidos políticos y su rol en la toma de decisiones en el Congreso; a ver si por fin se erigen en el 2º poder que haga contra peso al Ejecutivo y sus ambiciones de una transformación que parece un regreso de la nación al modelo de los años 70.

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