Un estudio de investigadores del Instituto Mexicano del Transporte considera que el Aeropuerto Intercontinental de Querétaro tiene potencial para recibir mayor cantidad de carga que actualmente se mueve en el saturado Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Aunque las vocaciones de ambas terminales son distintas, con la la CDMX con un fuerte flujo de cargas internacionales y Querétaro con mayor flujo de cargas domésticas, hay “viabilidad de captar 149 mil toneladas anuales en el AIQ”, indica el estudio de Alfonso herrera y Arturo Pérez.
De dicha cantidad de carga, “más de 45 mil toneladas anuales corresponden a flujos que tienen una sobresaliente posibilidad de cambiarse del AICM al AIQ, pues los orígenes y destinos de esta carga son comunes entre ambos aeropuertos y coinciden en que se realizan en aeronaves exclusivas de carga”.
De acuerdo con los investigadores, la mayor parte de esos vuelos tienen como origen y destino los Estados Unidos.
Los 104 mil toneladas restantes con potencial de ser reorientadas hacia Querétaro “corresponde a vuelos exclusivos de carga que no tienen orígenes ni destinos comunes entre ambos aeropuertos, por lo que sería conveniente tomar las medidas necesarias para promover e implementar un vínculo”, consideran los invertigadores.
Actualmente la mayor cantidad de carga que llega a la Ciudad de México lo hace en vuelos mixtos, es decir de carga y pasajeros.
En contraste, la carga que llega a la ciudad de Querétaro lo hace mayoritariamente en vuelos solamente de carga.
Para fomentar que Querétaro aproveche el potencial en el incremento de movimientos de carga, el estudio sugiere “generar más vuelos mixtos en el AIQ, y así empezar a atraer la carga de estos debido a su significativo valor”.
Esta oportunidad tiene una ventana de oportunidad dada la próxima apertura del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, ante lo cual “el AIQ debe preparar grandes ventajas competitivas para mantener la fidelidad de sus aerolíneas, empresas de carga aérea y clientes”
“Algunas de las estrategias podrían incluir tarifas atractivas, espacios para crecimiento así como competitivos tiempos de atención y procesamiento”, consideran los autores del estudio.