Para el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, es tan importante lo realizado en dos años nueve meses de administración, que “podría dejar la presidencia sin sentirme mal con mi consciencia, que es lo que estimo más importante en mi vida”.
Y es que aseguró que ya están “sentadas las bases de la transformación, a solo dos años 9 meses de ocupar la presidencia puedo afirmar que ya logramos ese objetivo, repito, sentar las bases para la transformación de México”.
Sin embargo, dijo estar confiado que en marzo de 2024, en el procedimiento de revocación de mandato “a gente va a votar a finales de marzo del año próximo porque continúe mi periodo constitucional hasta finales de septiembre de 2024”.
Aseguró que a finales de septiembre de 2024, cuando concluya su mandato, no se dejarán pendientes en el proceso de “transformación” de la vida pública del país cuando entregue la banda presidencia.
“Solo diré a los cuatro vientos: ‘me voy a Palenque, les dejo mi corazón’”, aseguró.
En un mensaje dirigido frente a su gabinete y la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, López Obrador será complicado para sus adversarios políticos revertir las decisiones adoptadas desde 2018.
“Cómo podrían los conservadores, por ejemplo, quitar las pensiones a los adultos mayores?… ¿cómo regresar a la condonación de impuestos a las grandes corporaciones económicas o financieras? ¿Cómo retornar a la privatización depredadora de los bienes públicos? ¿Cómo lograrían que volviera a imperar la corrupción en nuestro país? En fin, un retroceso no sería cosa fácil. ”, cuestionó.
La transformación está en marcha, aseguró, «aunque es necesario seguir poniendo al descubierto la gran farsa neoliberal».
Entre los «logros» de su administración, López Obrador destacó una medida que fue decisiva fue «parar en seco la tendencia privatizadora, se dejó de entregar concesiones a particulares en minas, agua, hospitales, puertos, vías férreas, playas, reclusorios y obras públicas».
