Tráfico

Pescadores y lancheros, agobiados por sequía

Pablo Cruz, es originario de la comunidad indígena de Necaxaltépetl, localizada a unos cinco kilómetros de la presa de Necaxa, en el municipio de Juan Galindo. Se dedica a la pesca y a la construcción, según la demanda de opciones de trabajo. Su situación es precaria, no hay obras ni hay peces; la primera, atribuye, por la falta de dinero para construir, y la segunda, por el estiaje que ha golpeado esta zona de la Sierra Norte de Puebla.

Pese a las condiciones adversas, en buena medida por el clima y otro tanto por la retención de agua en la presa de Nexapa, aguas arriba, en la comunidad de Xaltepec, este hombre sube a su pequeña embarcación de madera, todos los días, en busca del sustento de su familia.

Su búsqueda comienza temprano, siempre en las inmediaciones de la cortina de la presa, bajo la creencia de que en ese punto se concentran más los peces. También porque hay otros pescadores y para no crear disputas, optan por distribuirse en distintas zonas, más ahora que la capacidad del embalse disminuyó y no hay mucho que llevar.

Pablo Cruz, el pescador de Necaxaltépetl.

En la temporada de Semana Santa y Pascua, mientras muchos ven en la zona una oportunidad de derrama económica, para personas como Pablo no existe esa realidad. Hay más de 50 familias, datos no oficiales, que se dedican a la pesca en la presa de Necaxa y que venden sus productos en los mercados locales y restaurantes ubicados a la orilla de la carretera federal México-Tuxpan. Como Pablo, todos enfrentan la misma dificultad: no hay peces.

“Lo que pasa es que, cuando baja el nivel y no echan toda el agua, de lo que viene de Tenango, entonces falta oxígeno y el pescado muere; cuando hay mucho oxígeno el pescado no muere. Hay una pérdida muy grande, a nosotros nos afecta mucho”, explica.

“En estos tiempos, así como Semana Santa (y Pascua) la verdad es muy poco (lo que se pesca). No ganamos mucho, muy poquito, de ocho a 10 kilitos mínimo, apenas para ganar algo para comer”, menciona mientras toma un receso y come pollo, sin bajarse de su lancha.

Más de 50 familias dependen de la pesca.

Por si no fuera suficiente, hay pescadores que se rehúsan a utilizar redes adecuadas. “Hemos recomendado que utilicen ‘malla nueve’, porque atrapa pescado grande, pero como usan otra, se llevan pescado chico, y ese hay que dejarlo madurar, que crezcan; pero no, llegan y los dejan ahí tirados en la orilla y también ahí perdemos”, agrega.

Es la disputa constante entre pescadores de las comunidades de Patoltecoya, San Miguel, La Compuerta y el Cerrito.

Juan Manuel Méndez, habitante de Necaxa, confirma la historia de Pablo Cruz: “sí les afecta, porque como están bajas las presas, el pescado muere, no hay oxígeno para ellos y no hay pesca como antes”.

Se trata de la suerte en tiempos de sequía y con las presas de la zona, Necaxa y Tenango, por debajo de la mitad de su capacidad, las que propician una condición de adversidad a pescadores de la zona y a su microeconomía.

Necaxa, evidente baja de nivel.

NIVELES DE LAS PRESAS EN SITUACIÓN CRÍTICA

Con corte al 13 de abril, dos de las tres las presas pertenecientes al sistema hidroeléctrico de Necaxa se encuentran en una condición crítica. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) reportó que el embalse de Tenango cuenta solamente con 6 millones de metros cúbicos de almacenamiento, esto es apenas el 21 por ciento de su capacidad, reconocida en un volumen de 28.48 millones de metros cúbicos -aunque la medida oficial para reconocimiento de los niveles de almacenamiento es el hectómetro, por lo que hay 28.48 hectómetros-.

Las cifras son frías y contundentes. Sin embargo, llegar a la zona y observar en persona la presa deja a cualquier en un ánimo de incredulidad. A simple vista se ven las marcas del nivel habitual, de cuando el agua alcanza de 80 a 100 por ciento de su capacidad. Las embarcaciones, mayoritariamente dedicadas al turismo, las atracan a casi 100 metros, o más, del punto en el que normalmente se ubican, lo que en tiempo de lluvias se encuentra bajo agua, hoy es un potrero. Vacas y caballos pastan y pobladores utilizan el sitio como corredor, para evitar el tumulto de la avenida principal, ahora que hay feria.

En Tenango, prácticamente sin agua.

Eso se ve en la zona urbana de Tenango, junta auxiliar del municipio de Huauchinango. Pero unos cuatro kilómetros más adelante, sobre la carretera local a Xaltepec, han quedado expuestas áreas antes ocupadas por el recorrido de la corriente que inunda el embalse. En ese punto hay un vertedero, reforzado con concreto, con el propósito de que, si el agua rebasa el 100 por ciento de su capacidad, el desfogue sea natural y no represente ningún riesgo aguas abajo. Esa obra hidráulica no tiene ni una gota de agua. De hecho, habitantes aledaños usan la plancha de cemento como planicie para tender su café y secarlo.

La situación en Necaxa no es diferente. La Conagua reporta que en esta otra presa la capacidad actual es de 9.37 millones de metros cúbicos -o lo que es igual a 9.37 hectómetros cúbicos-, equivalente a 32 por ciento de su capacidad, debido a que su almacenamiento total es de 29.06 millones de metros cúbicos -o 29.37 hectómetros cúbicos-. De acuerdo con habitantes de la zona, se encuentra en su nivel más bajo de los últimos cinco años.

En contraste, la presa de Nexapa se encuentra a por arriba de su capacidad. La autoridad federal reporta un volumen de 12.99 millones de metros cúbicos de un almacenamiento de 12.50 millones de metros cúbicos. Incluso, el vertedero natural desfoga agua de manera constante pero apenas alcanza para regar algunas bajadas de agua que no llegan a las otras dos presas. En ese punto la compuerta está cerrada.

Apenas se perciben pequeños escurrimientos.

CONDICIONES DE SEQUÍA EN LA SIERRA POBLANA

Pese a las condiciones de sequía en otras partes del país, en Puebla no representa una condición de gravedad, al menos no por ahora, según el último reporte del Monitor de Sequía de México de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). El informe al 31 de marzo indica que en la entidad hay 18 municipios con determinado grado de sequía, 11 catalogados como anormalmente secos y siete identificados en el nivel de sequía moderada, lo que representa solo 7.5 por ciento de la superficie estatal enfrenta las dificultades de la sequedad.

Un par de semanas atrás la secretaría del Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, Beatriz Manrique Guevara, hizo un recuento de la situación y, a diferencia de las cifras nacionales, habló de 20 municipios con afectaciones: Ahuazotepec, Ajalpan, Coyomeapan, Honey, Eloxochitlán, Huauchinango, Juan Galindo, Naupan, San Sebastián Tlacotepec, Tenampulco, Xicotepec, Zihuateutla y Zoquiapan, en el primer bloque; mientras que, en el segundo bloque, Francisco Z. Mena, Jalpan, Pahuatlán, Pantepec, Tlacuilotepec, Tlaxco y Venustiano Carranza.

La secretaria informó que mantendría revisión en las demarcaciones de referencia para que, en conjunto con la Secretaría de Desarrollo Rural, atendieran a productores y habitantes por las consecuencias de las altas temperaturas.

Zonas de desfogue natural, secas por ahora.

Huauchinango y Juan Galindo, municipios en donde se encuentran las presas de Tenango y Necaxa, respectivamente, mantienen la condición de anormalmente secos, desde octubre de 2021, salvo por una quincena, en febrero de este año, cuando el sistema le quitó esa categoría.

De acuerdo con las autoridades estatales y federales no se ha agravado la situación, aunque persiste el ambiente seco.

Miguel Ortega, habitante de Tenango, explica que no ha llovido una sola gota desde el año pasado. Eso, manifiesta, pone en condiciones de gravedad a cientos de productores de plantas y flores de ornato que se cultivan en toda la región hasta Tlaola y Tlapacoyan, también del estado de Puebla.

“Es muy poca la gente que tiene para mantener un invernadero o para tener riego, así que estamos a la buena de Dios y hasta ahora el problema es que sigue sin caer nada de lluvia, cuando en estas fechas al menos nos caían dos o tres lluvias, no fuertes, pero ya empezaban.

“No necesitamos saber de esos números ni de las cifras, sentimos que estamos en una sequía, tenemos la experiencia del campo, y la verdad ojalá no se prolongue más tiempo porque vamos a empezar a tener pérdidas, se nos va a quemar la planta”, menciona.

Los municipios más al norte de la entidad son los que enfrentan el grado de sequía moderada: Francisco Z. Mena, Jalpan, Pahuatlán, Pantepec, Tlacuilotepec, Tlaxco y Venustiano Carranza.

Un vertedero, convertido en terracería.

COMPLEJIDAD EN EL SISTEMA HIDROELÉCTRICO

La sequía no es el único problema en la región, al menos para pescadores y prestadores de turismo. La empresa FENIX GENERADORA ve en la falta de agua un asunto benéfico, ya que la reducción natural de las presas en Tenango y Necaxa sirvió para la ejecución de obras de mantenimiento y de desazolve de rejillas, vertederos, puentes, canales, a fin de que durante la temporada de lluvias el agua corra, facilite la generación eléctrica y no existan riesgos de desbordamientos e inundaciones aguas abajo.

Adicionalmente, cuentan vecinos de Xaltepec y Papatlazolco, la empresa decidió cerrar la compuerta de Nexapa que está por arriba del máximo de su capacidad, para que continúen las maniobras de referencia. “Si abren la compuerta el agua va primero a Tenango y de ahí a Necaxa, entonces se les sube el nivel y ya no podrían realizar sus obras”, cuenta Ramiro, un ex empleado de la extinta compañía Luz y Fuerza del Centro.

Pablo Cruz, pescador, reconoce que no solo es la sequía si no también esas maniobras las que redujeron el nivel del embalse, pero confía en que la empresa operadora del sistema hidroeléctrico no hayan bajado más el almacenamiento de manera premeditada.

“Los de la empresa están haciendo su trabajo, ellos no tienen la culpa de la sequía y también sabemos que tienen que hacerlo, limpiar todo el sistema, pero ojalá no la bajen más porque si nos están perjudicando”, refiere, mientras la cubeta que lleva para depositar la pesca sigue vacía y ya rebasa las 13:30 horas del día.

A la altura de la cortina de la presa, en Necaxa, lo que es un canal de desfogue natural, ahora es una enorme autopista de terracería en donde personal de FENIX GENERADORA estaciona los vehículos de ingenieros y mandos que encabezan las obras de retiro de escombros. En esa zona apenas hay un par de escurrimientos insuficientes para la actividad pesquera.

Juan Manuel Méndez, habitante de Necaxa, explica que es común que se lleven a cabo esas actividades en temporada de estiaje, de lo contrario se complica todo el proceso de generación de electricidad.

“Ahora en tiempo de calor les permite poder trabajar antes de que llegue la temporada de agua, solamente así. Los obreros de FENIX son los que están laborando todo esto, la cooperativa de lo que era antes Luz y Fuerza”, menciona, sobre los trabajos en toda la presa.

“Se pueden hacer maniobras ahorita para que ya en tiempo de aguas haya más generación (eléctrica) y no afecte a la Ciudad de México ni a la ciudad de Tampico”, afirma Juan Manuel.

TAMPOCO AYUDA AL TURISMO EN TENANGO

No solo los pescadores enfrentan dificultades por el estiaje. Los prestadores de turismo en Tenango mantienen preocupación porque, debido al bajo nivel del agua en la presa, hay visitantes que deciden no acudir a los recorridos en las embarcaciones, que representan el ingreso de más de 70 familias.

Alejandro Hernández, guía de turistas, explica que, por alguna razón, cuando los turistas ven el bajo nivel del embalse, optan por otras actividades y dejan de lado el pase en lancha.

“Si nos afecta porque vienen los turistas y no quieren pasear por lo mismo que está bajo el nivel del agua; y también bajaron el nivel porque estaban haciendo maniobras en la compuerta, porque después del huracán que pasó, una de las compuertas ya no bajaba, ya no sellaba bien, eso nos comentaron los de FENIX, pero sí nos afecta bastante.

“La gente que ha venido a pasear, generalmente el nivel del agua se encuentra alto, pero ahora vienen y casi no hay agua, y la mis a gente lo dice, que para qué van al recorrido”, lamenta Alejandro.

El guía sostiene que los paseos se redujeron en un 40 por ciento, igual proporción para los ingresos de las familias que dependen de las embarcaciones, incluso pese a que hay feria en la comunidad.

PRESENCIA DE LIRIO Y CONTAMINACIÓN EN NEXAPA

Nexapa es la única presa de la zona que supera el máximo de su capacidad, y los problemas, aunque diferentes, terminan en las mismas consecuencias que los de pobladores de aguas abajo. Por ejemplo, en Papatlazolco, Huauchinango, hay decenas de pescadores, pero no pueden pescar porque el embalse se encuentra cada vez más cubierto de lirio acuático, mismo que se reproduce a gran velocidad y la falta de maniobras de retiro de la planta.

Lizbeth Morales, vecina de la comunidad, asegura que mientras la presa está al máximo crea más condiciones para la reproducción del lirio, en consecuencia, son menores las áreas libres para la pesca, y las que existen se encuentran en disputa por los propios pescadores.

“Ya no se puede pasear porque antes al menos venían turistas y ahora ya no; ya ni se puede pescar, nada, ya está feo, la verdad, y le echo la culpa a los pescadores principalmente, porque ellos antes amarraban los manchones de lirio y decía, es que esto es mío, se peleaban, y así creció la plaga y ya ni ellos pueden pescar.

“Venía bastante gente de muchos lados, en Semana Santa venían, paseaban, en las orillas de la presa, así como sacaban los pescados los cocinaba, pero ahora ya no”, menciona la mujer, en recuerdo de mejores años, incluso pese a que en esa zona el agua desborda por un vertedero natural.

En este caso, es el exceso de agua y las acciones de pobladores las que tienen en una situación compleja a la localidad; que además las labores de la empresa generadora de energía, que no permite que al agua baje a Tenango y Necaxa.

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