Este 31 de diciembre se dio a conocer la noticia de la muerte de Benedicto XVI, a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano.
“Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano”, informaba esta mañana el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
El fallecimiento de Benedicto XVI se registró después de varios días en los que su salud había ido empeorando debido al avance de la edad.
Inmediatamente conocida la noticia de la muerte de Benedicto XVI, las diferentes Iglesias particulares, Congregaciones Religiosas, Conferencias Episcopales y toda la sociedad civil hicieron llegar sus condolencias por la pérdida del Papa emérito.
La Provincia de España de la Compañía de Jesús comparte en estos momentos el dolor de toda la Iglesia por la muerte de Su Santidad Benedicto XVI. Junto con el dolor, nos invade también un sentimiento de enorme agradecimiento por la vida y legado de un pontífice que nos ayudó a permanecer arraigados en la fe, gozando y transmitiendo la alegría de ser cristianos en el mundo. No podemos sino dar gracias a Dios por un Papa que no dejó nunca de sorprendernos con su ejemplo de libertad, humildad y confianza en Dios.
“Como jesuitas, nos viene a la memoria la audiencia que ofreció a la Congregación General 35, el 21 de febrero de 2008. Sus palabras de confianza, renovando nuestro envío a las fronteras, hicieron que un profundo sentimiento de consolación se irradiara desde la Sala Clementina del Palacio Apostólico a todo el cuerpo de la Compañía. Rememoramos también con cariño cada una de sus tres visitas siendo Papa a España, en particular la que realizó para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud en 2011, que tan duradero impacto apostólico causó en nuestro país. Homenajeamos, por otra parte, a un pensador referencial, Joseph Ratzinger, que supo unir el coraje de la razón a la autenticidad de la fe, para sintetizar e integrar los logros del pensamiento teológico, en busca de la verdad y la primacía del amor”.
La Iglesia en Italia expresa su profundo dolor por la muerte del Papa emérito Benedicto XVI. Las palabras de la «declaratio» del 10 de febrero de 2013, cuando renunció a la Ministerio petrino: «En cuanto a mí, también en el futuro deseo servir de todo corazón con una vida dedicada a la oración, la Santa Iglesia de Dios». Incluso en un momento de debilidad humana, demostró la fuerza que proviene de la fe en Cristo (2 Co 12:10) y la importancia de una relación profunda nacida de la oración en el Espíritu (Jd 20).
“Damos gracias al Señor por el don de su vida y su servicio a la Iglesia: un testimonio ejemplar de esa búsqueda incesante del rostro del Señor (Sal 27,8), que hoy puede contemplar finalmente cara a cara (1 Cor 13,12)”.
La Iglesia en Italia, en particular, le está agradecida por el impulso dado a la nueva evangelización: recordamos la exhortación, formulada con ocasión de la Convención Eclesial Verona, para llevar «con renovado ímpetu a esta amada Nación, y a cada rincón de la tierra, testimonio gozoso de Jesús resucitado, esperanza de Italia y de la el mundo».
