Los diputados de la LVIII Legislatura local y las administraciones municipales se han agarrado de los propietarios de bienes inmuebles para darle oxigeno presupuestal a los municipios. Para ello usan las Tablas de Valores Catastrales para garantizarse mayor recaudación fiscal.
Así lo dejan en claro en la exposición de motivos los diputados integrantes de la Comisión de Planeación y Presupuesto de la LVIII Legislatura del estado en los dictámenes de las Propuestas de Tablas de Valores Unitarios de Suelo y Construcciones de los 18 municipios para el 2018, que fueron aprobados en la Sesión de la Comisión del día 14 de noviembre de 2017, con la asistencia de los legisladores Eric Salas González, Luis Gerardo Ángeles Herrera y Norma Mejía Lira.
“Las Tablas de Valores Unitarios de Suelo y Construcciones, sirven de base para el cobro que realizan los municipios respecto de las contribuciones sobre la propiedad inmobiliaria, como es el caso del impuesto predial, entre otros, mismos que representan la principal fuente de ingresos propios de los municipios, llegando a importar hasta el sesenta (60) por ciento de éstos”, señalan en los 18 dictámenes que presentaron ante el Pleno del Poder Legislativo para su aprobación.
Sin embargo, intentan justificar los ajustes argumentando que equiparar los valores catastrales de suelo y construcciones a los valores reales de mercado, redunda en beneficios no solo para los municipios “sino también para los contribuyentes, al incrementarse el valor de sus inmuebles y, por ende, de su patrimonio”.
Además, los diputados se arrogan el derecho legal para hacer los ajustes y pasar por encima del interés que propone el municipio en su autonomía, bajo el argumento de que los valores fiscales que se estipulaban en las Tablas de Valores Unitarios de Suelo y Construcciones, siguen estando por debajo de los valores reales que se manejan en el mercado inmobiliario.
Y añade que los ajustes se hacen para llegar a equipararse a los valores del mercado, así pues, “no hacerlo redundaría en un detrimento del patrimonio de las familias queretanas”, aunque queda claro su fin último: “conduciría a una baja recaudación”.
“Por ello es menester de la Legislatura dotar de elementos solidos a los municipios que les signifiquen herramientas útiles y suficientes para poder allegarse de recursos, haciendo necesario entonces llevar a cabo una actualización de los valores que están vigentes, lo que traerá como consecuencia el que los valores fiscales que se designen sean lo más cercano a los valores comerciales o reales, impactando de forma benéfica en diferentes sectores de los municipios y por ende, de sus habitantes”.
En el considerando 6 de los dictámenes, los diputados exponen que si bien es cierto, es facultad de los Municipios formular sus propuestas de Tablas de Valores Unitarios de Suelo y Construcciones, como en la especie sucede, cuyos valores serán la base para realizar el cálculo de un impuesto real, “también es cierto que dicho impuesto se configura como un tributo en el que los principios de proporcionalidad y equidad tributaria se proyectan fundamentalmente en el proceso de determinación de tales valores, los que deben ser equiparables a los de mercado y a las tasas aplicables para el cobro conducente, razón por la que el mencionado proceso debe ser realizado por las Legislaturas de los Estados, en coordinación con los Municipios”.
Dictamen de la Propuesta de Tablas de Valores Unitarios de Suelo y Construcciones del Municipio, para el ejercicio fiscal 2018 Presentado por la Comisión de Planeación y Presupuesto
Querétaro, Qro., a 14 de noviembre de 2017
CONSIDERANDOS
- Que las Tablas de Valores Unitarios de Suelo y Construcciones, sirven de base para el cobro que realizan los municipios respecto de las contribuciones sobre la propiedad inmobiliaria, como es el caso del impuesto predial, entre otros, mismos que representan la principal fuente de ingresos propios de los municipios, llegando a importar hasta el sesenta por ciento de éstos; en ese contexto, equiparar los valores catastrales de suelo y construcciones a los valores reales de mercado, redunda en beneficios no solo para los municipios sino también para los contribuyentes, al incrementarse el valor de sus inmuebles y, por ende, de su patrimonio.
Aunado a lo anterior, los valores fiscales que se estipulaban en las Tablas de Valores Unitarios de Suelo y Construcciones, siguen estando por debajo de los valores reales que se manejan en el mercado inmobiliario, mismos que se han ajustado de manera constante para llegar a equipararse a los valores del mercado, así pues, no hacerlo redundaría en un detrimento del patrimonio de las familias queretanas y además conduciría a una baja recaudación comparada con las las grandes necesidades que requiere la sociedad que los integra; por ello es menester de la Legislatura dotar de elementos solidos a los municipios que les signifiquen herramientas útiles y suficientes para poder allegarse de recursos, haciendo necesario entonces llevar a cabo una actualización de los valores que están vigentes, lo que traerá como consecuencia el que los valores fiscales que se designen sean lo más cercano a los valores comerciales o reales, impactando de forma benéfica en diferentes sectores de los municipios y por ende, de sus habitantes.
- Que si bien es cierto, es facultad de los Municipios formular sus propuestas de Tablas de Valores Unitarios de Suelo y Construcciones, como en la especie sucede, cuyos valores serán la base para realizar el cálculo de un impuesto real, también es cierto que dicho impuesto se configura como un tributo en el que los principios de proporcionalidad y equidad tributaria se proyectan fundamentalmente en el proceso de determinación de tales valores, los que deben ser equiparables a los de mercado y a las tasas aplicables para el cobro conducente, razón por la que el mencionado proceso debe ser realizado por las Legislaturas de los Estados, en coordinación con los Municipios.
