Querétaro, habría sido el estado destinado a ser el centro medular del combate a la corrupción del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, su propuesta para que la Secretaría de la Función Pública (Contraloría) se trasladara a esta ciudad, nunca se hizo realidad.
A un año y medio de que concluya el sexenio, Querétaro se quedó con los preparativos para recibir a esta dependencia federal, como parte de una iniciativa del presidente para mudar a todas las secretarías de su administración a un estado de la República como lo prometió durante su campaña, en noviembre del 2017, cuando aseguró que la descentralización traería una reactivación económica en los estados.
López Obrador también prometió a los trabajadores de la administración federal, que mudándose al interior del país, mejorarían sus condiciones de vida y que su gobierno les entregaría créditos para la vivienda, jubilaciones, anticipadas, aumento salarial, permuta de plazas y demás garantías para lograr este objetivo.
Así pues, en julio del 2018 apenas unos días después de haber ganado la elección y todavía como presidente electo, el tabasqueño presentó su plan para enviar a todas las dependencias a algún estado del país, con excepción de la Secretaría de Gobernación, Hacienda, Relaciones Exteriores, Defensa, Marina y la misma oficina de Presidencia.
En el reparto, a Querétaro le tocó la Secretaría de la Función Pública, dependencia encargada de revisar las cuentas y funcionamiento de todos los organismos del gobierno federal y asignada por el mismo presidente como uno de sus estandartes: el combate a la corrupción.
En el inicio del sexenio se nombró como titular de esta dependencia a Irma Eréndira Sandoval, quien se fijó un plazo de dos años para cristalizar la mudanza a Querétaro.
“Es emblemático el combate a la corrupción del estado, me parece que esta entidad es un ejemplo a seguir en términos de no tener ninguna observación pendiente con nosotros con la Secretaría de la Función Pública y así quisiéramos que las entidades del país avanzaran”, dijo la secretaria en aquel entonces.
Ahora, la problemática sería encontrar una sede adecuada para atraer a esta dependencia federal que traería consigo a más de un millar de trabajadores.
El entonces gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servién propuso diversas sedes al presidente, como el edificio de Agroasemex, ubicado en Constituyentes, esquina con Ignacio Pérez en la colonia Carrizal, el cual ya era propiedad de la federación y estaba ocupado a la mitad.
A punto de empezar el 2020, la entonces secretaria, Irma Eréndira Sandoval, aseguró que ya solo era cuestión de detalles y que el presidente diera luz verde a la nueva sede propuesta para iniciar con la mudanza.
Pocos meses después de estas declaraciones, estalló en el mundo la pandemia de Covid-19 que provocó la parálisis de actividades en todo el mundo y los proyectos gubernamentales no fueron la excepción, lo cual enfrió casi por completo el tema del traslado de las dependencias.
El 21 de junio del 2021, las complicaciones en la relación de Eréndira Sandoval y el presidente, Andrés Manuel López Obrador, tuvieron un mal desenlace, pues fue cesada del gabinete federal por una aparente desobediencia al no respaldar la candidatura de Félix Salgado Macedonio en Guerrero, puesto que también quería su hermano Pablo Amílcar, además de figurar en una lista de escándalos por propiedades millonarias y la inhabilitación de León Manuel Bartlett Álvarez, hijo del director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz.
En su lugar fue colocado Roberto Salcedo Aquino, quien tras la pandemia de Covid no se ha pronunciado y parece que no tiene intenciones de retomar el tema.
A finales del año anterior, López Obrador reconoció un atraso en su compromiso para la descentralización del gobierno federal en la que dijo llevar un 20 por ciento de avance, pues las únicas que continúan con estos planes son Salud, Energía y Agricultura. Corre el tiempo.
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