9 de marzo de 2022.- La inflación al consumidor de febrero se ubicó en 7.28% anual, subiendo desde 7.07% en enero, pero todavía por debajo del 7.37% en noviembre del año pasado. A tasa mensual, la inflación se ubicó en 0.83%, su mayor nivel para un mes igual en 22 años (desde el año 2000).
Inflación subyacente
Al interior, continúan observándose presiones al alza en el componente subyacente, que incluye los bienes y servicios cuyo precio muestra menor volatilidad y tiende a determinar la trayectoria de la inflación general en el mediano y largo plazo. La inflación subyacente se ubicó en 6.59%, acumulando 15 meses consecutivos de incrementos, siendo el mayor número de meses que la inflación subyacente anual sube de forma consecutiva desde el periodo entre agosto de 1985 y diciembre de 1986, cuando subió durante 17 meses consecutivos. Por su parte, la inflación subyacente quincenal se ubicó en 0.76%, su mayor nivel para un mes igual desde 2017, cuando se ubicó en una tasa similar.
Con respecto a la inflación subyacente, resulta evidente que las presiones inflacionarias son significativas y sostenidas, lo que se debe a incrementos en precios de insumos para la producción durante el 2021 y primeros meses del 2022, así como incrementos en costos de transporte marítimos y terrestres. Hacia adelante, las presiones al alza sobre los precios al productor son el principal riesgo al alza sobre el componente subyacente de inflación (ver precios al productor).
Al interior del componente subyacente, los genéricos que muestran mayor incremento a tasa anual se caracterizan por estar relacionados con la producción de grasas vegetales o animales, así como derivados el petróleo, como ocurre con los aceites lubricantes y productos desechables. Por su parte, se observan incrementos significativos en los precios de tortillas de maíz, así como harinas de trigo. Es probable que estos productos muestren presiones adicionales al alza en su precio durante marzo y en el segundo trimestre del 2022.
Por su parte, entre los servicios, los genéricos con el mayor incremento están relacionados con servicios de alojamiento y preparación de alimentos, resultado de la aceleración en la reactivación económica de estos sectores durante la segunda mitad del 2021, lo que permitió a los oferentes de servicios transferir al consumidor parte de sus incrementos en costos.
Inflación no subyacente
También se observan presiones inflacionarias en el componente no subyacente, que incluye los productos y servicios cuyo precio es más volátil o está determinado por el gobierno. La inflación no subyacente se ubicó en una tasa anual de 9.34%, disminuyendo por tercer mes consecutivo desde 12.61% en noviembre del 2021. No obstante, a tasa mensual se intensificaron las presiones con la inflación no subyacente ubicándose en 1.04%.
Al interior de la inflación no subyacente, continúan observándose incrementos significativos en varios precios, entre las frutas y verduras, el chayote sube a una tasa mensual de 29.76%, el limón a una tasa mensual de 15.21%, el aguacate 8.70%, la uva 7.96% y el plátano 4.66%. Las frutas y verduras muestran una inflación anual del 19.60%. Entre los productos pecuarios, el pollo subió 3.61% mensual, el pescado 2.39% y el huevo 2.37%. Los productos pecuarios muestran una inflación anual de 13.57%. Entre los energéticos, el gas LP subió a una tasa mensual de 5.70%, la gasolina de bajo octanaje a una tasa mensual de 1.05% y la electricidad 0.21%. A tasa anual, el componente de energéticos mostró una inflación de 4.97%. Por último, entre las tarifas autorizadas por el gobierno, los tramites vehiculares subieron 3.06% mensual, la expedición de documentos 2.25% mensual y los derechos por suministro de agua 1.42%. La inflación anual en tarifas autorizadas por el gobierno se ubicó en 3.27%.
Haciendo una revisión de las variaciones en precio a tasa anual, los mayores incrementos se concentran en frutas y verduras, productos pecuarios y energéticos. Es probable que a partir de marzo se observen incrementos significativos en precios ante el reciente choque en precios al interior del mercado global de materias primas, debido a la guerra en Ucrania. La persistencia de estos choques sobre precios será clave para determinar su efecto sobre la inflación subyacente y la trayectoria de la inflación en el largo plazo.
Considerando la información disponible al 9 de marzo, Grupo Financiero BASE ajusta su previsión de inflación hacia el cierre del año a 5.5% anual. Por un lado, aunque la inflación general, subyacente y no subyacente se ubicaron cerca de las expectativas para el mes, continúan observándose presiones al alza sostenidas en el componente subyacente, mientras que el no subyacente mostró presiones no vistas desde noviembre del año pasado. Asimismo, a raíz de la guerra en Ucrania, los precios de las materias primas han mostrado fuertes presiones al alza en los mercados internacionales, destacándose los precios de metales industriales, granos y energéticos. Se espera que esto tenga incidencia sobre:
El componente no subyacente, principalmente en los precios de energéticos y productos pecuarios, al elevarse los costos de alimentación.
El componente subyacente, al elevarse costos de producción de las empresas (metales industriales y gas), los costos de transporte de mercancías y los costos de combustibles para otros servicios como transporte, preparación de alimentos y servicios de alojamiento.
La nueva proyección de inflación podría ser revisada al alza en los próximos meses, dependiendo de la intensidad y duración del choque en los precios de materias primas sobre la inflación al consumidor.
Con información de precios hasta febrero y solo dos semanas de la guerra en Ucrania, existe un elevado grado de incertidumbre con respecto al nivel de la inflación hacia finales del año. Sin embargo, se ha elevado el riesgo de que se materialice un escenario adverso para la inflación.
La proyección de inflación hacia el cierre del año podría ser revisada hacia niveles del 8% en caso de que se observen presiones inflacionarias entre marzo y junio, similares a las observadas, en promedio, durante enero y febrero. De persistir las presiones inflacionarias hasta finales del cuarto trimestre, se eleva el riesgo de que la proyección de inflación general se acerque al 10% anual.
Precios al productor
La inflación al productor (incluyendo petróleo), se ubicó en 9.83% anual durante febrero, subiendo desde 9.70% en enero, pero todavía por debajo de 10.32% en diciembre, cuando se ubicó en su
mayor nivel desde marzo del 2017. No obstante, a tasa mensual la inflación al productor se ubicó en 1.42%, su mayor nivel para un mes igual en la serie que inicia en 2004.
Desde octubre del 2021, el diferencial entre la inflación al productor (anual) y la inflación al consumidor se ubica por arriba del 2%, señal de que, a pesar de las presiones al alza en precios intermedios, se ha limitado la transferencia del incremento en precios hacia el consumidor. Por un lado, esto se debe a la lenta recuperación económica. No obstante, debido a que el incremento en precios al productor es continuo, en varias industrias se vuelve insostenible evitar transferir los mayores costos de producción hacia el precio de los bienes finales.
Por origen, las industrias generadoras de bienes intermedios, cuyos productos muestran un mayor incremento en precio se concentran en el sector agropecuario (+9.78% anual), minería con petróleo (+33.42%) e industrias manufactureras (+10.28%). Al interior de la manufactura, por subsector productor de bienes intermedios, los incrementos están asociados con mayores precios de materias primas. Los precios intermedios de subsectores con un incremento anual superior al 15% son: fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón (+25.69% anual), industrias metálicas básicas (+24.82%), industria de la madera (+19.30%), fabricación de productos metálicos (+16.88%) e industria química (+15.38%).
Debido a los choques recientes en el mercado de materias primas, es previsible que se observen mayores incrementos en los precios de bienes intermedios para los subsectores señalados. Por genérico, los mayores incrementos se concentran principalmente en energéticos, destacándose el gas natural, gas seco, combustóleo, petróleo crudo, turbosina y gas licuado. Por su parte, también se acumulan incrementos en precios de metales industriales, en particular el acero, hierro y el zinc.
Reportacero