Los continuos llamados de alerta lograron una muy leve desaceleración de la epidemia de Covid-19 en Querétaro al corte del viernes 30 de julio, indicó el vocero organizacional, Rafael López González.
El vocero consideró que la desaceleración de la semana pasada no fue suficiente para impedir que se duplicara de 600 a 1,200 el número de casos activos de la enfermedad.
Tampoco se pudo evitar el incremento constante en hospitalización, así como en el número de defunciones, sobre todo, en personas entre 20 y 49 años, pues en dos semanas el promedio de defunciones pasó de 1 a 7.8.
Por lo anterior centró su llamado en los grupos poblacionales de 20 a 29 años, quienes han duplicado su tasa de contagio, de 14.17% el año pasado a 29.33% en la actualidad, y en los de 30 a 39 en quienes casi se cuadruplicó la proporción de letalidad de 3.17% a 11.1%.
Puntualizó que este último grupo de edad es el que más está perdiendo la vida por COVID-19, por lo que los llamo a pensar “todo lo que pones en riesgo en un instante de descuido, pues no se trata de dejar de vivir, se trata de vivir sin contagiarnos y para ello hay que cambiar, de modo que nos debemos dar a la tarea de construir una vida sobre un nuevo orden de ideas”.
Pidió reflexionar en lo mucho que hemos logrado y comparar cómo hace un año no podíamos ni pensar en ver o reunirnos con familiares mayores como nuestros abuelos, mientras hoy, tras recibir la vacuna, podemos hacerlo siguiendo algunas medidas de prevención y al aire libre.
“Si nos descuidamos -reiteró-, se convierte con facilidad en un escenario de desastre y está en nuestras manos evitarlo”.
De igual forma se dirigió a quienes aún no creen en la utilidad de las vacunas y explicó que la prueba fehaciente de su eficacia se refleja en sendas disminuciones de casi 3.8 y de 2.3 veces, es decir, más de 50%, en el índice de mortalidad de las personas entre 60 y 69 años y de las mayores de 70 años.
Detalló que la mayoría de quienes hoy fallecen por COVID-19 en esos grupos de edad es debido a su negativa a recibir la vacuna, a que dejaron de cuidarse o llegaron muy tarde al hospital.