El Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador aseguró que no existen las condiciones para realizar una nueva Constitución Política en México, sin embargo propuso tres grandes reformas para tipificar la corrupción, evitar la impunidad y garantizar la democracia.
Durante la primera Ceremonia de Aniversario de la Constitución Mexicana de 1917 que encabeza como Presidente en el Teatro de la República, recinto donde fue promulgada la Carta Magna hace 102 años, el mandatario federal, destacó que tal y como ha ocurrido en las 3 grandes transformaciones anteriores en el país, la llamada cuarta transformación debería ir acompañada de una nueva constitución, sin embargo, aseguró que su administración no planea una acción en este sentido y dejará esta tarea a futuras generaciones.
“Correspondería tener una nueva constitución y pensamos que no hay condiciones para eso porque tenemos otras tareas que consideramos más importantes y sobre todo por hacer propuestas de reformas a la actual constitución que consideramos tienen la misma importancia y la misma profundidad que una nueva constitución que no debe de descartarse, pero que podría alejarse al porvenir, cuando entreguemos la estafeta a una nueva generación, por qué no considerar convocar a un nuevo constituyente”, dijo.
El Presidente López Obrador, aseguró que se plantearán tres grandes reformas en lugar de una nueva constitución; la primera de ellas para que quede debidamente tipificado el delito de corrupción, que hoy en día no tiene una definición legal y solo se habla de hechos de corrupción, además de que no representa un delito de gravedad.
“Que en la constitución quede completamente definido el delito de corrupción, que no se hable de hechos de corrupción, que tengamos ya como dicen los abogados, tipificado la corrupción como delito y que sea delito grave y que el que cometa un acto de corrupción no tenga derecho a fianza. Eso sería un gran cambio, que no es extraño y lamentable que no sea delito grave el cometer un acto de corrupción… eso corresponde a los legisladores y corresponde a todos corregirlos para iniciar una etapa nueva, limpiar de corrupción a nuestro país”, destacó.
La segunda reforma tendría la intensión de evitar que exista impunidad por parte de los gobernantes y que desaparezcan los fueros y privilegios, mientras que la tercera reforma tendría la intensión de garantizar la democracia y evitar los fraudes electorales en un futuro.
“No tenemos un auténtico sistema político democrático, necesitamos hacer valer la democracia, como se establece en el artículo 27… cuando por eso fue la revolución de 1910, con el lema de sufragio efectivo, democracia efectiva y la no reelección, tenemos que establecer una auténtica democracia y acabar con los fraudes electorales, que no se compren los votos, que no se utilice el presupuesto para favorecer a ningún partido, a ningún candidato, la democracia no nos va a atraer el pueblo de la abundancia, pero nos va a dar mucha fortaleza moral”, concluyó.
Al finalizar su discurso, López Obrador concluyó con la frase: “La constitución no ha muerto” y remató con su ya tradicional “Viva México”.
