
Ante los primeros casos confirmados por la COVID-19 en México, a finales de febrero de 2020, autoridades aeroportuarias dieron a conocer el reforzamiento de las medidas preventivas y de vigilancia, siendo el área de migración donde colocaron cámaras termográficas a fin de detectar la temperatura de los pasajeros que arribaran a la terminal aérea.
El 28 de febrero de 2020, el titular de la dependencia en esos momentos, Julio César Ramírez Argüello, declaró que en el estado no existían casos sospechosos, girando instrucciones para reforzar las medidas sanitarias en la entidad.
El problema comenzó el 11 de marzo de 2020, cuando la Secretaría de Salud confirmó el primer caso de COVID-19 en Querétaro, fue un varón residente de España que viajó a México vía el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y se trasladó a Querétaro en auto particular para visitar a familiares, presentando sintomatología, aplicándole las prueba, resultando positivo.
Horas más tarde, el entonces gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servín, reveló un nuevo caso sospechoso, de trataba de un hombre de 43 años que estuvo infectado y los síntomas los había presentado anteriormente, también procedía de la Ciudad de México.
A partir de ese momento autoridades municipales anunciaron la cancelación de eventos masivos y se señaló que se mantendría informada a la población diariamente.
Para el 29 de marzo de 2020, la Secretaría de Salud del estado, informó el primer deceso en por COVID-19 en Querétaro, se trató de un hombre de 58 años de edad.
A finales de marzo la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) dio a conocer que comenzó un protocolo de investigación enfocado entre la validación de una prueba alternativa para COVID-19. El objetivo de la investigación, evaluar la sensibilidad de la técnica RT-PCR para la proteína “S” de SARS CoV-2, en exudado faríngeo.
Hasta esos momentos, los municipios serranos estaban exentos de contagios, pero el 27 de abril de 2020, se dio a conocer el primer caso confirmado de COVID-19 en Cadereyta, lugar de residencia del paciente, siendo detectado en el Hospital General de Jalpan. Se trató de un masculino que llegó a una comunidad aledaña a la cabecera municipal de Pinal de Amoles, en donde días después comenzó a desarrollar la sintomatología de la enfermedad.
Un caso similar que fue detectado en El Hospital de Jalpan de Serra, no quiso ser hospitalizada, por lo que decidió regrese a su hogar donde feneció.
Para Mayo, la autoridades sanitarias declararon que todos éramos susceptibles de tener la enfermedad, cuando se presentó el primer caso de COVID-19 en una niña de 7 años.
En cuanto al primer caso de COVID-19 que se registró en el municipio del semidesierto, provenía de la ciudad de Querétaro. Fue a través de un comunicado del gobierno municipal de Tolimán que se dio a conocer. Corría el mes de mayo y los municipios de Landa de Matamoros y San Joaquín se mantenían sin casos confirmados por COVID-19.
En ese mismo mes, comenzó la segunda fase de instalación de mamparas de protección sanitaria en el servicio de taxi fuera de la zona metropolitana de Querétaro.
Lamentablemente para junio de 2020, a través de un boletín de prensa se dio a conocer que un menor de tres días de nacida, dio positivo a COVID-19, hasta ese momento ya se tenían registradas 246 defunciones en el estado.
En julio de 2020, autoridades municipales daban a conocer el número de funcionarios capitalinos que contrajeron el COVID-19, sumando cinco casos y todos estables hasta ese momento.
El personal médico comenzó a verse afectado, septiembre de 2020 se tenían contabilizados, Mil 199, casos confirmados, con 141 casos activos y ocho decesos de personal médico.
Los contagios fueron en aumento y para finales de septiembre de 2020, cada 24 horas, 46 personas en promedio se contagiaban de COVID-19 en Querétaro, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud del estado.
Las pruebas de COVID-19 aumentaron para buscar cortar la cadena de contagios, con un registro de los 2 mil 787 en todo agosto, septiembre de ese año, fue el primer mes desde el inicio de la pandemia donde no se apreció un crecimiento considerable de la enfermedad con relación al mes inmediato anterior, según la Vocería Organizacional.
Otro de los servicios de emergencia afectados, fue la Cruz Roja delegación Querétaro, para mediados de octubre, contaba con siete paramédicos puestos en cuarentena por sospecha de contagio y tres casos confirmados de la enfermedad. Para ese momento, ya había realizado 774 atenciones por COVID-19.
Habrían pasado 198 días desde que se registró el primer fallecimiento en el estado y se daba a conocer que cada día morían en promedio, cinco personas, de acuerdo con cifras oficiales de la Secretaría de Salud estatal, con mil 129 defunciones hasta ese momento.
En tanto que la Unidad Médica y de Aislamiento COVID-19 del Querétaro Centro de Congresos atendía a 102 pacientes al mes. Recordemos que el proyecto inició entre febrero y marzo, cuando surgieron los primeros casos de COVID-19 en el país, fue hasta el 4 de mayo cuando ingresó el primer paciente no grave para atención médica y resguardo.
Corría el mes de noviembre y de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud del estado, el 81 por ciento de los contagiados por COVID-19 en Querétaro, se habría recuperado, para esa fecha se informó de 220 pacientes hospitalizados, 88 graves, con mil 390 defunciones, incluidos 14 trabajadores del sector salud. Al mismo tiempo se daba a conocer que una de cada siete personas infectadas de COVID-19, terminaba hospitalizada.
La enfermedad cobraba la vida de dos sacerdotes para los primeros días de diciembre, el primer caso a inicios del mes de septiembre, cuando el padre Jaime, adscrito a la iglesia de Amealco, murió por este mismo virus y José Hernández, rector del tempo de los Carmelitas en la Diócesis de Querétaro, tras estar varios días hospitalizado luchando contra el COVID-19.
A un año de que se registró el primer caso de COVID-19 en Querétaro, se tenían 57 mil 330 caso, de los cuales 51% eran mujeres y 49% eran hombres, además de 3 mil 860 defunciones.
La Cámara Nacional de Comercio (Canaco) estimó el cierre de entre mil 600 y mil 800 negocios a nivel local derivado de la pandemia del COVID-19.

Nuevamente para el mes de mayo de 2021, Querétaro atravesó un periodo de incremento de casos activos, la Secretaría de Salud se lo atribuyó al exceso de confianza por parte de la ciudadanía. La COVID-19 afectaba a más mujeres, de los 68 mil 644 casos confirmados de infección en esas fechas, 35 mil 8 habían sido mujeres; lo que representa el 51 por ciento del total, en tanto que el resto de los casos de infección; es decir el 49 por ciento del total, o sea, 33 mil 636, fueron hombres, según los datos de la Secretaría de Salud en el estado.
En junio de 2021, Querétaro alcanzó 9 municipios sin casos activos de COVID-19, con relación a la disponibilidad de camas de hospitalización general y con ventilador en el estado, con información del 9 de junio, se tenia una ocupación de cinco por ciento, con base en la Red Negativa de Infecciones Respiratorias Agudas (IRAG).
En ese mismo mes, integrantes del Comité Técnico de Salud, acordaron el cierre de la Unidad Médica de Aislamiento (UMA), con más de 400 días de servicio ininterrumpido, la UMA brindó atención y aislamiento sanitario a mil 164 personas diagnosticada con COVID-19, de las cuales 679 fueron hombres y 485 mujeres, quienes cumplieron un promedio de estancia de 7.9 días.
Las clases presenciales retornaron y se registró el primer caso positivo de COVID-19 en un estudiante.
Octubre de 2021, según se desprendía de las estadísticas oficiales de la Secretaría de Salud en el estado, el COVID-19 habría infectado a 4 de cada 100 queretanos, a partir de marzo del 2020, que se registró el primer caso en la entidad.
Finales de diciembre de 2021, llegó a Omicron a México, por lo que se establecía un protocolo de vigilancia virológica que identificaría tempranamente casos de COVID-19.

Las pruebas aumentaron en Querétaro y para finales de diciembre, se habrían realizado 224 mil 810 pruebas de laboratorio, para detectar en igual numero de personas, la presencia del virus SARS-CoV-2.

