Esta mañana, se presentó una agresión con arma de fuego en contra de una persona del sexo masculino en el municipio de Pedro Escobedo, Querétaro.
Al acudir a cubrir la nota de este evento, policías municipales, quienes actuaron como primeros respondientes, trataron de impedir el trabajo de nuestro reportero.
La zona se encontraba con su respectivo resguardo, y con sus unidades debidamente colocadas para no contaminar al escena, como lo marcan los protocolos de actuación de las policías municipales.
Conociendo esos protocolos, es bien sabido por los reporteros que esa zona delimitada no puede ser traspasada y en caso de hacerlo se estaría contaminando la escena y pudiera ser remitido ante la autoridad competente.
En esta caso los protocolos fueron respetados, lo que no fue respetada fue la libertad de prensa, libertad de expresión y el derecho a la información con la que cuenta la ciudadanía en un evento público y que trasciende en la seguridad de la comunidad.
En este caso, los policías municipales fueron los que salieron de su zona de resguardo o acordonamiento, hasta la posición de nuestro compañero reportero para solicitarle que se retirara y dejara de registrar el evento: “Te voy a pedir que te retires, ya estuviste mucho tiempo, ya hiciste tu trabajo, ya retírate”, argumento el policía que se acerco al reportero.
Sin otro argumento, se le pidió al reportero que de retirara del lugar y dejara de registrar el evento, tanto así que llegó la instrucción: “te retiras o…” “ya te dije”.
México es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. Las cifras de muerte de periodistas han sido comparadas con aquellas de lugares donde se realizó una declaración de estado de guerra, como Afganistán.
