Todo tiene un límite, y creo que las mentiras presidenciales han llegado a un punto que ya no debe permitirse, ya que igual se miente sobre las personas, que denigrándolas o haciendo burla y escarnio, como desestimando los hechos e indicadores nacionales.
Igual se miente para desvirtuar la realidad, que para confundir, para dividir, para enfrentar, para alentar linchamientos públicos y un largo etcétera.
La buena noticia es que cada día más mexicanos dudan de los dichos mañaneros y muchos más ya ni siquiera los tomamos en cuenta para su análisis; por el contrario, reprobamos enérgicamente la ponzoña vertida cada día.
El habitante de Palacio Nacional llegó al poder por lo que ya todos sabemos, por el hartazgo de los ciudadanos hacia los gobiernos anteriores. Durante su campaña ofreció un gobierno incluyente, donde se privilegiaría a los más pobres, un gobierno sin corrupción. Sin embargo todo lo ofrecido hoy está más que evidenciado, que son mentiras y simulación.
Bajaremos las gasolinas a 10 pesos, mentira.
Tendremos servicios de salud como Dinamarca, engaño.
Hay abuso en la compra de medicamentos, desabasto.
No habrá corrupción, simulación.
El ejército volverá a sus cuarteles, falso.
Seremos firmes y directos con el gobierno de Estados Unidos, ilusión.
No permitiremos el nepotismo, cuento.
Primero los pobres, discurso.
No contrataremos más deuda, palabras.
Apoyaremos la ciencia y la investigación, persecución.
Terminaremos con las matanzas y la inseguridad, descontrol.
Respetaremos las leyes, violación reiterada.
Apoyaremos a los niños y las mujeres, desprecio.
Respetaremos la libertad de expresión, amenazas.
No se cortará un sólo árbol en el proyecto del trenecito maya, ecocidio.
Hubo corrupción exagerada en el NAIM, impunidad.
Apoyaremos la inversión extranjera, desconfianza.
Respeto a las instituciones, destrucción y ahorcamiento presupuestal.
División de poderes, intromisión y amenazas.
Ténganme confianza, ya no.
No les voy a fallar, ya fallaste.
Si se les hace exagerando lo aquí expresado, díganme: ¿Qué ha hecho bien este gobierno? Ahora la gran interrogante es:¿Qué es lo que quiere para México? Según las encuestas sigue con buena popularidad, la realidad, nos dice otra cosa. Este gobierno ya se acabó, este gobierno ya fracasó.
Digamos fuerte y claro: ¡¡Ya basta!! de promesas incumplidas; ¡¡Ya basta!! de mentir; exijamos respeto.