Una mañana de Octubre, Laura se encontraba frente al espejo, con la mirada desenfocada y el rostro pálido. Ella nunca imaginó que llegaría el día en el que la palma de su mano reconocería algo diferente en su seno, jamás pensó considerar la aterradora y paralizante interrogante… ¿Será cáncer?… porque después de todo, fue triste saber que Gloria lo sufrió, que a Sofía le robó los años y a Teresa la sonrisa, pero…
Laura – eso nunca me pasaría a mí, ¿verdad? –
De acuerdo con los datos proporcionados por la Secretaría de Salud, la frecuencia del cáncer de mama incrementó casi 35% el año pasado, siendo 8 mil 723 los casos registrados en el 2020, en contraste con los 11 mil 746 casos registrados en el 2021. Aún más alarmantes son las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indicando que en México el cáncer de mama es la segunda causa de mortalidad en mujeres de entre 20 y 59 años.
Ante estas cifras, el hacer frente a un posible diagnóstico de cáncer de mama no es sencillo y sí muy aterrador tanto para el paciente como para sus seres queridos, sin embargo, ¡recuerda!; el cáncer de mama es tratable si se detecta a tiempo. Por esta razón, es de suma importancia normalizar y fomentar los cuidados preventivos, como son: la autoexploración, las consultas médicas y estudios correspondientes que deben realizarse de manera periódica.
Como sociedad es indispensable ser conscientes de que no es un proceso fácil y que, tanto las personas que padecen esta enfermedad como sus familias merecen un trato con respeto y empatía. La ignorancia no justifica la discriminación, cualquier persona puede ser susceptible de desarrollar cáncer y el miedo puede ser el sentimiento más común, pero la fuerza que se requiere para afrontar esta enfermedad, sólo puede ser motivo de admiración.
