¿Qué tiene que ver Tiktok con Plan A, B o C y las elecciones? En lugares como Canadá, dirían que está en chino… Me explico, hace unas semanas los gobiernos de Estados Unidos y de Canadá, decidieron prohibir a todos los burócratas instalar la aplicación llamada Tiktok, argumentando que extrae datos de la población y la pasan al gobierno comunista chino. Y que a través de ella han tratado de influir en las elecciones de este lado del mundo.
Mientras que los americanos están evaluando prohibir totalmente el uso de esa red social, en Canadá el escándalo de la red social empezó a despertar dudas sobre una posible injerencia del gobierno de China a distintos niveles en las elecciones de 2019 y 2021. En investigaciones preliminares se descubrió -presuntamente- que existen en Canadá agencias y agentes del gobierno chino disfrazadas de negocios inocentes.
Algunos medios habían reportado que el Servicio de Inteligencia (CSIS en inglés), encontraron que encubiertamente China había financiado a 11 candidatos en las elecciones federales de 2019, otros habrían sobornado, intimidado o manipulado a funcionarios canadienses en beneficio del gobierno comunista chino. Igualmente, se especula que la infiltración de agentes e las oficinas de políticos locales instigó al castigo de candidatos que no eran favorables a la autoridad oriental.
Recordemos que no hace mucho las relaciones entre China y Canadá se dañaron debido a la detención de Meng Wanzhou, alta funcionaria de la empresa tecnológica china Hua Wei, que tenía una orden internacional de aprensión por parte del gobierno gringo y fue mantenida en detención domiciliaria por casi 2 años. En represalia, dos empresarios canadienses que estaban en China fueron acusados de espionaje y mantenidos en prisión por casi el mismo tiempo; para ser liberados solo hasta que la mujer china volvió a su país.
La comunidad asiática en este país es muy amplia, pero no deja de ser impactante la posibilidad de que existan policías y agencias policiacas secretas operando para controlar a los chinos que viven en Canadá; y que encima tratan de alterar los resultados electorales canadienses a su favor.
Finalmente, hace solo unos días, el gobierno federal ordenó la creación de la figura de “Reportteur”, que recayó en la persona de David Johnston (anteriormente Gobernador General de Canadá), quien ejecutará una serie de acciones, que incluyen una profunda investigación de las alegaciones antes referidas y determinar realmente en qué medida habrían podido alterar los resultados de las elecciones.
Entre las tareas de Johnston están la de analizar el pasado, evaluar el nivel de impacto que hubiera tenido la interferencia de los chinos y cualquier otra fuerza extranjera en las elecciones, y sugerir mecanismos que protejan la democracia canadiense, de la mano con los organismos existentes de gobierno y de inteligencia.
La defensa de la democracia es la misma tarea que enfrentan los mexicanos ante los embates del Ejecutivo por debilitar la figura del Instituto Nacional Electoral. En medios internacionales, esta lucha ciudadana ha tenido eco y se habla de proteger la “débil democracia mexicana”. Y no es para ofenderse, pues la historia reciente del país, incluye la dictadura de Porfirio Diaz y, tras la revolución, la llamada dictadura de partido que vivió el país por casi 70 años.
Recordemos que la transición hacia la alternancia no ha sido fácil. A la caída del PRI como único partido en el país, podríamos decir que el presunto pacto revolucionario entre las fuerzas emanadas de la lucha armada, quienes se habían prometido el reparto del poder de sexenio en sexenio, fue un proceso abruptamente interrumpido por el asesinato de Luis Donaldo Colosio. A partir de entonces, ese gran aparato de gobierno que controlaba el país, se fue debilitando, dando paso a fuerzas más nefastas en el escenario político, concretamente los carteles de las drogas.
La lucha por defender la democracia mexicana va mucho más allá de la defensa del INE; eso solo es el inicio, pues proteger el voto ciudadano es clave, pero no suficiente. Una democracia se construye constantemente, no solo cada seis años. Con autoridades electas que realmente representen los intereses del pueblo, el respeto y colaboración entre los tres poderes, entre los tres niveles de gobierno. Hace falta una oposición sólida que ejerza lo que se llama en otras latitudes los chequeos y equilibrios.
El fortalecimiento de los cuerpos policíacos y del sistema judicial, que no se presten al soborno, que se entrenen a los que aplican la ley y se les dote de armamento suficiente. Pero sobre todo, una ciudadanía pensante, actuante. Las marchas ciudadanas por la defensa del INE hablan de al menos una parte de la población comprometida.
El ejemplo de lo que está pasando en Canadá, debería activar las alarmas en México. Elementos tan aparentemente inocuos como una aplicación de redes sociales (Tiktok), con la capacidad técnica de penetrar los celulares y robar toto tipo de información, que si bien a nivel individual es inútil, a nivel masivo ofrece muestreos de lo que la ciudadanía hace, lo que compra, lo que piensa, lo que le gusta. Después de hacer un mapeo de preferencias y tendencias, sigue el intento de influenciar la conducta masiva y no solo con fines mercadológicos, sino incluso para fines propagandísticos y políticos.
La profunda división bipolar de opiniones políticas en Estados Unidos (Demócratas vs Republicanos) y en México (chairos contra fifis), son fuente de inestabilidad y quizá no son casuales.
¿Qué tienen en común México y Canadá? El vecino de en medio… Y esa nación es en estos momentos de crisis global el objetivo de grandes potencias políticas como Rusia y China. De hecho, se ha mencionado que las famosas caravanas de inmigrantes de Centro y Sudamérica han sido coordinadas a través de ciertos grupos clandestinos de Facebook, otra popular red social. Durante el gobierno de Donald Trump, esos movimientos migratorios obligaron a los gringos a movilizar fuerzas armadas destacadas en Medio Oriente y Europa de regreso a territorio americano para proteger la frontera con México.
Aunque no lo parezca, México juega un papel clave en el escenario internacional, en particular por su cercanía geográfica con los Estados Unidos. La protección de su democracia es vital para la estabilidad de la región, y es un asunto que poco se toma en cuenta cuando se discute la política interna del país. Por la misma razón, quizá en forma velada, el gobierno americano tiene gran interés en mantener su “patio trasero” en cierto orden, bajo control.