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Fraternidad entre naciones

El conflicto desatado entre Rusia y Ucrania ha escalado rápidamente los últimos meses, dejando a su paso pérdidas humanas y materiales, generando en la población incertidumbre al pensar en el futuro de sus naciones. A su vez, esta problemática ocasionó una fuerte caída económica a nivel mundial, vulnerando aún más a los sectores poblacionales cuyo acceso a la salud, alimentación, vivienda, educación y trabajo digno ya resultaba complicado tras el periodo de pandemias por COVID-19.

Frente a esta situación, e independientemente de la presión ejercida por otras naciones, México ha optado por una postura neutral, que de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), debe ser una política indispensable para preservar la paz entre naciones y evitar que un conflicto crezca a una magnitud similar al que dio origen a la Primera y Segunda Guerra Mundial.  

Eventualmente se han suscitado muchas críticas al respecto, sin embargo para entender mejor la postura de la Presidencia y la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, es necesario entender las bases que dan sustento a la creación y mantenimiento de la ONU.

La ONU es una estructura internacional que promueve la paz y la seguridad en el mundo, brinda asistencia humanitaria y promueve los derechos humanos. Actualmente está conformada por 193 Estados Miembros, quienes deben estar comprometidos con la resolución objetiva y pacífica de disputas, de tal manera que no se vean involucrados en los asuntos internos de cualquier país. 

Con base en lo mencionado, adoptar una postura neutral no significa ignorar el problema, todo lo contrario, es un requisito fundamental que como Miembro Estado de la ONU debes preservar para asumir un papel mediador y no permitir que los intereses de terceros influyan en la toma de decisiones. Situación que en esta ocasión no parece ser muy clara entre los países que ya se encuentran eligiendo un bando. 

La guerra entre Ucrania y Rusia ya ha provocado la muerte de más de 10.000 personas y el desplazamiento de más de 1,5 millones. Por tanto, México ha abierto sus puertas a los migrantes refugiados y expresado su apoyo a todas las personas afectadas por este enfrentamiento; apostando una vez más por una fraternidad entre naciones. 

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