No existen verdades absolutas. Hace unos días encontré mi vieja libreta que utilicé para la materia de periodismo en la universidad, en la que jamás pude obtener una calificación de 10 a pesar de que era la asignatura que más me apasionaba en aquellos días del lejano 2006.
Resulta que mi profe, el periodista Fernando Paniagua Palacios siempre incluía una pregunta en sus exámenes que estaba fuera de los temas que se habían visto en clase, la cual podía ser algún problema de pensamiento lateral o simplemente hacer un breve resumen del episodio de Los Simpson que se transmitió el día anterior, cuando se transmitían en cadena nacional y todavía eran buenos.
Jamás pude sacar 10 en sus exámenes, pero sí pude aprender de mi querido profesor los conceptos básicos del periodista que deben influir directamente en su labor, en especial “el modelo de la rosquilla” – ¿será que Fer era fanático de Los Simpson?- el cual explica que “no toda la información es noticia periodística, pero toda noticia periodística es información”. Así que en pocas palabras, me enseñó que la información que se dice entre dos personas, es un chisme y no es noticia.
Cuando 16 años después, Paniagua me invitó a colaborar en El Queretano con una columna, lo primero que me vino a la mente es descartar que este espacio pudiera ser una coladera de chismes. Así pues, espero con ansia que este espacio que compartiremos todos los lunes pueda tener un impacto e influya con algún conocimiento de utilidad, sobre todo, en tiempos como éste.
Menuda tarea dar una opinión en medio de situaciones como un proceso político histórico y en medio de una pandemia como la del Covid-19, que ha cobrado la vida de más de 3 mil queretanos.
Lo del proceso electoral histórico, es porque a mitad de la administración federal de Andrés Manuel López Obrador la batalla por el Congreso de la Unión y las 15 gubernaturas, incluida la de Querétaro, pinta para ser un verdadero pandemonio.
En las elecciones para la gubernatura, por primera vez en la historia queretana hay mayoría –y por mucho- de mujeres: 6 candidatas competirán con tan solo 2 candidatos varones, aunque uno de ellos se ve como el candidato con mayores posibilidades.
Lo interesante del dato, es que obedece a una lucha reciente de las mujeres en la búsqueda de espacios de representación, las cuales tendrán todo el derecho y el discurso a su favor en donde cualquier palabra, mala postura o mirada perdida de los candidatos varones podría significar un miniescándalo que ya no es tolerable. Y si no, recuerde a Quadri en aquel debate presidencial del 2012 donde se le salían los ojos con la edecán. Un escándalo que no pasó a mayores, pero los tiempos han cambiado y el feminismo nos ha educado a punta de muertes en estos años, a que la violencia de género no debe ser tolerada.
Será muy atractivo, ver qué tantas propuestas de la agenda de género se ganarán con una contienda llena de mujeres y qué tanto podría cambiar la idiosincrasia queretana tachada de “conservadora” durante tantos años. Los temas están en la mesa, los arcos están rayados y la coyuntura obligará al ganador, sea hombre o mujer a replantear la agenda.
Las campañas deberán adecuarse a la pandemia. O deberían adecuarse a la pandemia mejor dicho. Y es que en días pasados, los registros de precandidatos en los diferentes partidos se han realizado con muchos protocolos sanitarios, sin porras, ni acarreados. Los candidatos y candidatas llegan únicamente acompañados de sus familias y se ponen gel desinfectante en la entrada, pero se olvidan que sus intenciones son noticia y a las afueras de los registros, decenas de reporteros se abalanzan por la entrevista banquetera -el llamado “chacaleo”-, que se realiza sin sana distancia y con el ruego para que los cubrebocas detengan un posible contagio.
Nada les costaría a las oficinas de comunicación social, disponer de una bocina y un micrófono, sillas puestas con sana distancia para evitar este tipo de malas prácticas durante la pandemia en el peor de los casos, es decir, cuando se realicen actos de manera presencial, porque con lo mucho que les duela el término, no estaría mal una “mañanera” por zoom para atender a los medios. Son solo ideas.
Una de exgobernadores:
La batalla por la mayoría en el Congreso de la Unión ha traído ofertas importantes y en la próxima boleta veremos a viejos conocidos de la política queretana. Pero al margen de todos los candidatos a diputados federales, sonaron dos cartas interesantes: una en el PRI y una en el PAN, una que se concretó y otra que aún es incierta.
En el PAN, el exgobernador Ignacio Loyola Vera, artífice del primer gobierno panista y que convirtió a Querétaro en un fuerte bastión azul, aceptó su postulación para el III Distrito con el ánimo de que el peso específico de ex mandatario estatal le arrebate este escaño a Morena, que hoy lo ocupa con Beatriz Silva Robles.
Un intento más para traer a un exgobernador surgió en el PRI, donde intentaban que Pepe Calzada regresara como el hijo pródigo a guiar el entusiasmo de una ola roja desde una eventual candidatura a diputado federal, sin embargo, no está en el interés de Calzada regresar a las andadas.
Aunque aún podría negociarse con él la vía plurinominal, parece que la vida familiar del exsecretario de Sagarpa, lo mantendrán apoyando a su partido desde la barrera.
Bienvenidos pues a esta primera colaboración y agradezco la invitación a Fernando, con los mejores deseos y en donde la pluma está abierta para abordar cualquier tema que impacte con información relevante y ya habrá tiempo para desglosar con oportunidad las situaciones a las que nos va enfrentando el camino del 2021, porque usted es El Queretano.
