Ambientalistas de Querétaro denunciaron la existencia de violencia inmobiliaria sobre las reservas ecológicas, particularmente en el municipio capitalino, donde los desarrolladores adquieren y venden terrenos en zonas de protección ecológica mediante procedimientos irregulares, para después ejercer presiones económicas y urbanizar las áreas naturales protegidas.
Al referirse al caso de Tierra Noble, la ambientalista América Vizcaíno señaló que este es el modus operandi de los desarrolladores en todo el estado, porque después de vender varios terrenos, ejercen presión sobre las autoridades municipales para que autoricen permisos, infraestructura, equipamientos y servicios en zonas decretadas como áreas naturales protegidas.
“La especulación de la tierra es el detonante para la fragmentación y la destrucción de los espacios naturales, porque al comprar tierras en zonas ecológicas, los desarrolladores dan inicio a una serie de trámites para urbanizarlas. También ha sido la causa por la que proliferan inversionista sin escrúpulos que están ejerciendo enormes presiones inmobiliarias sobre nuestras las reservas naturales”, declaró.
Señaló que en el fraccionamiento Tierra Noble Juriquilla, “la nueva práctica es ofertar promesas a compradores. En esta práctica se oferta un fraccionamiento que no cuenta con permisos, estatales, federales ni municipales. Esta nueva práctica de hacer negocios, violenta el marco legal y pone en riesgo a las familias que pretenden adquirir un patrimonio. Vender un fraccionamiento dentro de un Área Natural Protegida, es un desacierto legal, ético y ambiental”.
Vizcaíno circuló también una carta donde grupos de ambientalistas de Querétaro demandan ponerle fin a este tipo de especulación, que viola las disposiciones jurídicas ambientales y atenta contra las disposiciones de desarrollo urbano.
