Termina el año 2021y llega el 2022, lleno de retos, compromiso democrático y, tristemente, con pocas esperanzas. Se avecina el futuro al que yo apuesto con mi trabajo, con mis esfuerzos y con mis convicciones.
Llevamos tres largos y pesados años en que hemos soportado la fastidiosa y soporífera palabra del Presidente López Obrador, en los cuales cada día se ha dedicado a dividir, polarizar, señalar, acusar, mentir, difamar, mofar, amenazar, acosar, ridiculizar, pontificar, incluso perdonar y un largo etcétera. Así como el Presidente de México ha dedicado miles de horas de su gobierno a hablar de manera incontinente, igualmente han sido inútiles las miles de horas de discursos y excesivas planas periodísticas dedicadas a dar respuesta a la sacrosanta palabrería presidencial.
¿Ya tenemos el diagnóstico suficiente de lo que es y puede ser AMLO? Sí
¿Ya tenemos claro el perfil de este gobierno y todas las barbaridades que un gobierno de estas características pueden producir? Sí
¿Vale la pena seguir contestando a diario todas las ocurrencias y tonterías del Presidente de México? No, rotundamente NO. «A palabras necias, oídos sordos».
Visto lo anterior, creo que los mexicanos, los lideres de opinión y los que ostentamos cargos de representación popular, no debemos de dedicar tanto y tan valioso tiempo a contestar los dichos y hechos del presidente López Obrador (ya sabemos que es un caso perdido).¿Y qué conviene? Lo que la delicada situación del país amerita: EMPEZAR A PENSAR Y A DEBATIR SOBRE EL FUTURO DE MÉXICO.
Varias veces escuché a Don Carlos Castillo Peraza (QEPD) decir que EL ÚNICO BIEN NO RENOVABLE DEL SER HUMANO ES SU TIEMPO, comparto esa misma convicción y creo que estos tres años del gobierno morenista y sus aliados han sido de una inmensa pérdida de tiempo para el país y para millones de mexicanos. NO PODEMOS PERDER MÁS TIEMPO.
Por lo mismo, creo que a partir del 2022 que está por llegar, debemos concentrar nuestros esfuerzos, almas y mentes en mirar al futuro, en mirar lejos, en imaginar cómo rescatar la grandeza nuestro país. México merece de nuestra parte este esfuerzo que nos permita no sólo echar democráticamente a los que durante este sexenio han arruinado al país, sino también diseñar los planes necesarios para reconstruir tanto daño hecho a la nación.
Para ver hay que creer, imaginar un México distinto al de hoy. HAY FUTURO, TENEMOS FRENTE A NOSOTROS UN GRAN FUTURO, ES HORA DE PENSAR Y HABLAR DE ESE PORVENIR VENTUROSO QUE TODOS LOS MEXICANOS PODEMOS Y DEBEMOS CONSTRUIR.
CAMINEMOS HACIA EL FUTURO.
¡FELIZ AÑO 2022!