En días recientes, el presidente López anunció un programa de reestructuración de deuda para Pemex, a cargo de la SHCP.
Con el “misterio” y la opacidad que caracteriza a este gobierno, el tabasqueño no dio más detalles al respecto, pues señaló que se trata de un secreto bancario que responde a normas ya establecidas.
“No puedo hablar mucho sobre el tema, porque ya se inició un proceso de reestructuración de deuda. Recuerden que, los 12 mil 500 millones de dólares que llegaron, que le corresponden a la Hacienda Pública, queremos que se destinen al pago de deuda, pero ya no se puede informar sobre el tema por los principios o las normas que están establecidas.
Sí, hay un secreto bancario y es por el bien de la Hacienda Pública. Nada más decirles que Pemex no está a la deriva, no es una empresa como cualquier otra, Pemex es una empresa de la nación, de los mexicanos, como la Comisión Federal de Electricidad”, dijo.
Pues es de todos conocido los constantes recortes de las calificadoras internacionales a la paraestatal, lo que ha ocasionado que los intereses de la deuda de la paraestatal se han encarecido a tal grado que el costo financiero de la empresa equivale a una cuarta parte del gasto público dedicado a este particular en lo que va de este año.
En estos siete meses del año, se han pagado por intereses y financiamiento 100 mil 490 millones de pesos, equivalentes a 25.3 por ciento de los 397 mil 706 millones de pesos que han ido al costo financiero de todo el sector público.
Esta cifra incluye a todo el gobierno federal, institutos, organismos autónomos y empresas del estado.
De acuerdo con la revista Fortune, Pemex ha perdido 150 lugares en el ranking Global 500 desde que inició la Cuarta Transformación, pues en el 2018, la empresa estaba en el lugar 107 y hoy se ubica en la posición 257 a nivel mundial, el peor puesto que ha obtenido en 25 años, pues en tan solo un año, Pemex cayó 124 posiciones por una baja de casi 40 por ciento en sus ingresos en comparación con el corte anterior.
Esta estrepitosa caída hace sentido con la pérdida de los grados de inversión reportados Moody’s Investor Services y Fitch Ratings.
Y no solo eso, sino que la paraestatal es la petrolera más endeudada del mundo pues su deuda ronda los 115 mil millones de dólares y se encuentra entre las 10 empresas más endeudadas ¡del mundo!
Ya con el paquete económico en puerta, en este 2021, la aportación promedio de cada familia de 4 personas para “rescatar a Pemex” es de alrededor de 4 mil 500 pesos por concepto de “aportación patrimonial”.
Hagan sus cuentas, asi como van las cosas es un dinero que con esta administración de Pemex, parece que se va a un hoyo, no va a ningún lado.
Hoy el lastre de Pemex no es solo que sigue siendo la caja chica del gobierno en turno, o que hoy esté en manos de un compadre del presidente, un ingeniero agrónomo que lo único que ha hecho bien, es meter a cuanto pariente puede en la empresa cobrando sueldazos.
Hoy Pemex se encuentra en manos de políticos insaciables que buscan apoderase, como buitres, de los despojos de un cadáver insepulto en el que quieren convertir a Pemex.
Lo que hoy sucede con Pemex va en contra del rumbo que lleva el mundo, en Arabia Saudita , su empresa nacional, ha salido a la bolsa y ha firmado convenios con empresarios locales, así como de China y Estados Unidos para atraer inversión, cediendo algunas participaciones accionarias.
Y lo mismo han hecho países petroleros de tradición de esa parte del mundo como Qatar Omán, Kuwait, etc.
El régimen chino, también entiende que la coinversión es fundamental para impulsar inversiones y crear combustibles más limpios.
Nigeria y Angola, quienes mantienen un control severo a sus empresas petroleras y abrigan una corrupción que las ha ahogado a través de los años, prevén poner a la venta acciones.
Hoy por hoy Petrobras está vendiendo refinerías y se apuntala a ser el líder en explotación de campos “costa afuera” y Ecuador alista una nueva Ley para elevar la producción de crudo, vía contratos de producción compartida con la IP ¡Hasta Venezuela está contemplando esa posibilidad!
Varios especialistas en México y en el extranjero, coinciden en afirmar que, en tanto no haya una transformación profunda de la petrolera y se aumente la producción, sostener su rentabilidad vía el apoyo de la finanzas públicas dejará de ser posible.
Y no solo eso sino que en este régimen no hay cabida para debatir estos temas ni el incorporar nuevas tecnologías, energías limpias el uso del hidrógeno y todas esas cuestiones que las petroleras del mundo entienden que deben conocer, dominar y en su caso, aplicar para la propia supervivencia.
Aquí en México, solo les preocupa el tema político y los jefes de departamentos a ver si ya les dieron plaza a la comadre, el compadre, al sobrino o a sus huestes.
Hoy este régimen vive en otro mundo, en otra realidad, quieren apoderarse de Pemex a como dé lugar y obedecer ciegamente lo que les dice su jefe, hoy la ineptitud, la incapacidad, la corrupción y la ambición del régimen van a dar el tiro de gracia a la paraestatal, pues quieren el control hasta de los trabajadores, infiltrando a sus alfiles impresentables en el Sindicato, para reventarlo y ponerlo al servicio del régimen, como hoy lo hacen Romero Oropeza y verdaderos porros como Javier May y todo el Grupo Tabasco, leales al mesías tropical.
Prueba de ello es la descarada campaña que está haciendo la morenista Cecilia Sánchez, que en lugar de realizar su labor legislativa para la que fue electa, se encuentra activamente en su misión de apoderarse del sindicato que ya hasta contrató a una periodista para mandar mensajes al presidente. Es un descaro.
El discurso, las palabras el patriotismo que quiere vender el régimen con Pemex, no va a servir de nada, el desgarrarse las venas con discursos patrioteros y ramplones como todos los que oímos de López no va a llevar a Pemex a salir de esta obscuridad en la que lo tienen y lo mantienen estos nuevos iluminados.
Si Pemex sigue de pie, es gracias a la base trabajadora, a que se ha construido una de las mejores manos de obra calificadas a nivel mundial y también gracias a nuestra generosa tierra que sigue brindando el oro negro del subsuelo.
Se debe rescatar a Pemex de alguna forma, no con discursos baratos patrioteros que ya no los cree nadie, no con gallinas, pavos, puercos y joyas del pueblo bueno, mucho menos con los compadrazgos que tienen secuestrada a la paraestatal y la corrupción que la sigue asfixiando, permitida por el presidente, pues los contratos a Felipa, siguen vigentes. No dicen ni pío.
Ya en serio López, Pemex ¿para cuándo?
Tiempo al tiempo.