Con el objetivo de que su cuerpo sirviera para el avance de la ciencia, el actor Antonio Manuel de Asco Mirassou, fallecido el pasado 20 de enero, donó su cuerpo a la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
Actualmente, trabajan con este invaluable legado alumnos de las licenciaturas en Medicina, Optometría y Odontología, de la Facultad de Medicina; así como de la Licenciatura en Criminología, de la Facultad de Derecho.
Se apoyará a las asignaturas de Anatomía, Neuroanatomía, Patología, Histología, Histopatología y Traumatología, además se gestiona que participen otras áreas como la Quirúrgica.
De acuerdo con el docente de esta unidad académica y coordinador del Área Básica de la Licenciatura en Medicina, Alejandro Aguirre López, la trascendencia de esta donación consensual no sólo es académica y formativa, por lo que reiteró el agradecimiento al donador y a su familia por este acto altruista.
“Impacta en la formación humana de nuestros futuros médicos, ya que esta donación altruista en nuestra Alma Máter queretana genera en los estudiantes un compromiso ético con el cuerpo del señor Antonio Manuel de Asco Mirassou y con sus familiares con quienes nos encontramos profundamente agradecidos. Este compromiso ético es precisamente motivo de reflexión para que sea fomentado desde los primeros acercamientos al conocimiento médico, ya que no ejercemos la medicina sólo con cuerpos; sino con personas que sufren y que sienten”, destacó el docente.
Por su parte, los hermanos del donador, María de Lourdes de Asco Mirassou y Alfonso de Asco Mirassou, coincidieron que, en vida, Antonio Manuel de Asco Mirassou, era una persona alegre, con ideas positivas y con ganas de ayudar a las demás personas, sin importar si recibía algo a cambio.
“Se dedicaba a la actuación en Televisa, apareció en diferentes comerciales y programas. Siempre fue desinteresado y le encantaba llevar la contraria, eso sí, muy organizado y muy buen hermano, siempre apoyándonos. Fue muy buen hijo y buen padre. Tiene dos hijas maravillosas y tres nietos, todos viven en Alaska. Como todos, en algún momento, cometió errores e hizo tonterías, pero su peor error fue mantener el hábito de fumar”, destacó María de Lourdes.
Relató que la idea de donar su cuerpo a la ciencia surgió a raíz de que ella hizo una donación de los cuerpos de sus mascotas para que alumnos de la Licenciatura en Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) estudiaran las enfermedades propias de la especie canina.
“De ahí surgió la idea de donar su cuerpo para que lo estudiaran y vieran los efectos del cigarro; el daño ya estaba hecho y no había marcha atrás. Pensó que tal vez, cuando algún estudiante de Medicina viera como había acabado por fumar, dejaría de hacerlo. Este fue el principal y más importante motivo por el cual él quiso donar su cuerpo para el estudio”, enfatizó su hermana.
Como consecuencia de esta donación surgió la necesidad de crear un Programa de Donación de Cuerpos en la Facultad de Medicina, un proyecto en el que se trabaja para que en un par de meses sea una realidad para la Universidad y la sociedad.
“El programa tiene por objetivo apoyar aquellas personas que tengan la intención de donar su cuerpo para la investigación y la docencia, y que puedan hacerlo con asesoría e información; este programa, a manera de agradecimiento póstumo, llevará el nombre del señor Antonio Manuel de Asco Mirassou, nuestro primer donador”, concluyó el Dr. Alejandro Aguirre López.
Al finalizar el semestre los restos del donador serán regresados a su familia y se realizará un homenaje póstumo el próximo 31 de mayo, como forma de despedida por parte de los alumnos de la Facultad de Medicina.
