El presidente de la Coparmex, Jorge Camacho Ortega, consideró como una buena señal el Paquete contra la Inflación y la Carestía que implementó el gobierno federal, al considerarlo el primer acercamiento del presidente con la iniciativa privada en lo que va del sexenio.
Explicó que desde que inició la administración, la iniciativa privada ha realizado muchos intentos de acercamiento con el gobierno federal, sin embargo, no habían rendido frutos hasta el lanzamiento la semana anterior de este programa que fue consensado con los empresarios para mantener los precios, por lo menos, de la canasta básica ante la inflación que se ha registrado a nivel global.
“Que se sienta el gobierno federal con la iniciativa privada a dialogar, esto es algo que no habíamos visto, celebramos que el gobierno federal se siente a dialogar con la iniciativa privada, en algo que es en beneficio para México. Esperamos que sea el primero de muchos otros diálogos que hemos buscado con el gobierno federal. Este acuerdo tiene varias cosas importantes, la primera que es un diálogo y en segundo que es de libre adhesión, no es obligatorio para nadie”, comentó.
En rueda de prensa explicó que este paquete no es un programa que vaya a controlar la inflación, ya que dijo, esa tarea le corresponderá al Banco de México, que en breve deberá de subir las tasas de interés para evitar el consumo en exceso, sin embargo, advirtió que debe haber un equilibrio para evitar una recesión.
“Si lo bajas mucho, puedes generar una recesión y es un equilibrio bien complicado, yo creo que es mejor una recuperación un poco más pausada, que una acelerada con inflación porque a la larga cae en una recesión, porque el dinero no alcanza. Al hacer estas compras, tú estás activando estos sectores de una manera más moderada”, dijo.
Camacho Ortega explicó que el sector más golpeado por la inflación son los alimentos y bebidas con un porcentaje mayor al 14 por ciento, mientras que la inflación en general ha llegado en México al 7.74 por ciento, ocasionado por temas globales como el precio del petróleo que se encuentra por arriba de los 100 dólares por barril, además de la carestía de los precios de los granos por la guerra entre Rusia y Ucrania, además del cierre del puerto de Shanghái, que impactará en las siguientes semanas, las cadenas de suministros.
