• Política participativa, que incorpore pensamiento científico y las voces de los actores clave de la industria.
• Es momento de escucharnos y de sumar esfuerzos. Podemos rediseñar una política aeronáutica que rinda frutos para todos en el corto, mediano y largo plazo.
Juan Carlos Machorro, socio a cargo del área transaccional y experto en derecho aeronáutico y aeroportuario, señaló que hace falta un viraje en la política aeronáutica, a fin de atacar las causas de los incidentes aéreos recientes en el sector aeronáutico mexicano.
“Es momento de acercarnos a posibles soluciones que surjan a partir de privilegiar el diálogo abierto y permanente de los grupos de interés, el pensamiento técnico y científico y el desarrollo y bienestar del sector y de la economía del país”, dijo.
El experto recordó que en los umbrales de los efectos más disruptivos de la pandemia, organismos internacionales estimaban que los niveles de operación prepandémicos de la aviación comercial no volverían a verse sino hasta el año 2024. “Sin embargo, la recuperación en la demanda de transporte aéreo ha sido mucho más acelerada de lo que se estimaba y es quizás el momento oportuno para recalcular el vuelo y reflexionar acerca de la mejor manera de apuntalar la evolución y el crecimiento del sector” , señala.
Para Juan Carlos Machorro, una solución integral transita por convocar al diálogo con todos los participantes de la industria. Autoridades, concesionarios, permisionarios, operadores de transporte aéreo, personal técnico, operadores de tráfico, prestadores de servicios aeroportuarios, complementarios y comerciales, aseguradoras, fabricantes, arrendadores y financiadores.
“Hace poco más de veinte años el Gobierno Federal estableció una política aeronáutica escuchando a dichos participantes. Las premisas y las circunstancias prevalecientes son muy diferentes a las actuales. En este sentido, parecería que la coyuntura actual es más que propicia para diseñar una política acorde a los nuevos retos de la industria. En forma holística, integral y con visión de largo plazo”, apuntó.
El experto enumeró los conceptos esenciales para el replanteamiento de una nueva política aeronáutica, basado en aquellos que aquejaban y aquejan a los participantes de la industria: seguridad operativa, conectividad, certidumbre jurídica, cobertura y calidad de los servicios (de transporte aéreo y aeroportuarios), acceso abierto a un porcentaje mayor de la población, cumplimiento con estándares internacionales, capacitación de personal técnico aeronáutico, recursos presupuestales, tecnológicos y humanos suficientes.
“Finalmente, pero no menos relevante, es esencial escuchar las necesidades y las preferencias del usuario final, el pasajero. Es momento de escucharnos y de sumar esfuerzos. Podemos rediseñar una política aeronáutica que rinda frutos para todos en el corto, mediano y largo plazo”, concluye.