Ante el asesinato de dos sacerdotes jesuitas en la sierra Tarahumara y la escalada de violencia que vive el país, el vicario general y vocero de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, urgió a las autoridades a cambiar la estrategia contra la delincuencia.
“Se ha propuesto una estrategia pero después de tres años creo que es necesario repensar un cambio urgente de estrategia”, señaló el religioso en rueda de prensa.
A este giro en el combate al crimen organizado se debe sumar la acción de la sociedad y de las congregaciones religiosas.
“En la sociedad necesitamos construir los valores, los valores que hay que sembrar en los niños, en los jóvenes. En la iglesia nos falta predicar de forma más contundente en la construcción de la paz”, abundó.
El costo de la violencia ha sido la sangre inocente de mujeres, periodistas y ahora sacerdotes. El fenómeno, dijo es fruto de una descomposición social a gran escala y la proliferación de armas de fuego.
“Los cárteles en distintos estados de la república han ejercido una violencia inusitada. Las armas proliferan en la sociedad, ya vimos cómo las armas han servido en EEUU para matar a gente inocente de la sociedad… Las armas en manos de la sociedad han sido muy peligrosas”, advirtió Lara Becerril.
