A consecuencia de la violencia en la región de tierra caliente en Michoacán, cientos de familias han empezado a huir a pie y en caravanas de sus hogares.
La delincuencia organizada constantemente destroza las carreteras para impedir la entrada de los cuerpos de seguridad y a la par evitar la salida de la ciudadanía y mantenerlos bajo su yugo.
Tal situación, provoca la falta de alimentos, gasolina, medicamentos y todo tipo de productos, debido a que los camiones repartidores no pueden ingresar y algunos se niegan a entrar a la zona, ante el temor de ser víctimas del hampa.
Las víctimas de las violencia han decidido abandonar sus casas y pertenencias para salvaguardar su vida, formando caravanas de desplazados, en la búsqueda de un lugar más seguro y puedan obtener comida.
Todo se ha registrado a consecuencia de que delincuentes con maquinaria pesada han realizado varios cortes en la carretera Coalcomán – Tepalcatepec, quedando incomunicado el municipio.
Mientras que, las rancherías que colindan con el estado de Jalisco, viven ya varios días de inseguridad por los constantes enfrentamientos a balazos entre grupos criminales que se disputan la plaza.
Por lo que se observa habitantes de las localidades de Las Nueces, Las Parotas, El Aguacate, Los Laureles, Ticuilucan y La Limonera.
Así como El Puerto de las Cruces, Las Rosas, Piedras de Lumbre, El Salitre, Las Pilas, Maruata y Maruatilla, empiezan a huir con rumbo a los municipios de Apatzingán y Coalcomán, en busca ayuda.
En el municipio de Coalcomán han recibido refugio en la parroquia de Santo Santiago, o en casa de familiares y conocidos.
Al momento, ni el gobierno del Estado, ni federal han otorgado ayuda al municipio de Coalcomán, donde se está repitiendo la historia de terror que pasó en el municipio de Aguililla.
El párroco Jorge Luis Martínez pide ayuda desesperada para el pueblo de Coalcomán.