- El sector recibe oportunidad por la nueva ley de propiedad industrial..
- Las patentes agroindustriales mexicanas: motor de innovación y desarrollo económico.
- Denominaciones de origen: estrategias para proteger prácticamente todo
Expertos legales en Propiedad intelectual de la firma Santamarina + Steta Explicaron la importancia de proteger los intangibles del sector agroalimentario y la relevancia que cobra dicho sector en el contexto internacional. José Pablo Pérez Zea, a cargo de las áreas de franquicias, licencias y propiedad intelectual de la firma, dijo que “el valor de las 20 empresas globales más valiosas del mundo está en sus intangibles. En los últimos 50 años las empresas que invirtieron en sus intangibles han crecido más de 10 veces. Con la nueva ley, que establece sanciones mucho más severas para quienes no respeten la propiedad intelectual, el sector agroalimentario mexicano cobrará una relevancia fundamental para el desarrollo económico de México”.
Por su parte, Efraín Olmedo, experto en propiedad intelectual explicó la oportunidad de nuestro país en materia de patentes relacionadas con el sector agroalimentario. “El sector de México que tiene más patentes es el agroalimentario, por eso destaca de entre otros países. Eso es nuestro mayor motor de innovación. Constituye una seguridad para aquellos agricultores que invirtieron años en la obtención de una especie mejorada o un proceso y que registraron sus innovaciones como propiedad intelectual. Lamentablemente, no estamos alcanzando los niveles de protección de todo el sector: variedades vegetales, procesos, bases de datos, modelos de utilidad, métodos de cultivo, cosecha y secretos industriales. En suma, todo el conocimiento milenario y muchos de sus activos intangibles, resultado de innovación, actividad inventiva o de aplicación agroindustrial de nuestro país. Menos todavía está protegido el conocimiento mexicano en otras partes del mundo”, destacó.
Adicionalmente, Enriqueta Molina, Experta en agricultura y propiedad intelectual de la firma, informó que la nueva ley de propiedad industrial cubre los esquemas de denominación de origen y de indicaciones geográficas, con los que se pueden proteger prácticamente todos los elementos agroindustriales de una zona: alimentos, vinos y bebidas, artesanías y productos industriales. La pueden solicitar personas o asociaciones que se dediquen a la producción o elaboración de un producto, gobiernos estatales, dependencias del gobierno Federal, o incluso cámaras del Congreso. “Ya tenemos buenos ejemplos como el tequila, la charanda, la raicilla, la Talavera, ámbar de Chiapas, el Sotol, los trabajos de Olinalá, el sotol, bacanora, mezcal, café de Veracruz, café pluma, café de Chiapas, chile Yahualica, arroz de Morelos, chile habanero, cacao Grijalva, mango ataúlfo y vainilla de Papantla. Otros están en proceso, como el queso Chihuahua, la sal de Colima, el chicle maya, el barro canelo del Rosario Tonalá Jalisco, el equipal de Zacoalco de Torres, el chile poblano, pulque de Hidalgo, Xtabentun, durazno y pera lechera de Calpan, manzana panochera de Zacatlán y el Mezcal de Oaxaca, entre otros, pero existe un enorme potencial para ampliar los productos mexicanos con este valor agregado”, concluyó.
