No son panteones, ni sitios de nichos o mausoleos. Son los sitios en los que los queretanos recuerdan a sus muertos, donde colocaron una pequeña cruz de madera o cemento, un pequeño monumento o un florero… son las otras cruces de Querétaro. (Fotos: Mario Valdés)
No es que nadie las haya visto. Más bien son ignoradas por quienes transitan junto a ellas. Pero las cruces y pequeños altares que a lo largo y ancho de la geografía metropolitana pintan de luto las calles y avenidas, resguardan recuerdos y tragedias.
De los hombres y mujeres que perdieron la vida atropellados o en algún accidente vial sólo queda una cruz, un pequeño nicho, el minúsculo florero que guarda los restos secos de lo que alguna vez fue una flor.
El Boulevard Bernardo Quintana, la vialidad más importante de la zona metropolitana es también la más peligrosa y la que más vidas cobra. A lo largo de los poco más de 12 kilómetros que cruzan de la carretera 57 México-Querétaro a 5 de febrero, esta vialidad es la que mayor cantidad de accidentes mortales recuerda.
Entre los accidentes fatales que han ocurrido en la que fuera concebida como una vía rápida para conectar el norte y sur de la capital queretana se encuentra el de la madrugada del 19 de febrero pasado, donde un taxista perdió la vida en brutal accidente frontal ocurrido a la altura del puente de Conexión Río, en dirección al norte, donde el conductor de un automóvil sedán, un menor de edad que conducía en estado de ebriedad un automóvil sedan, se metió en sentido contrario y causó que un taxista no pudiera evitar el choque.
Sin embargo, el recuerdo doliente de quienes perdieron la vida en las calles de Querétaro se extiende a toda la geografía.
Aunque los hay aquellos que perecieron en accidentes viales, principalmente en las avenidas de desfogue vial, como son Constituyentes y su prolongación Paseo Constituyentes -donde el 28 de abril del año pasado el conductor de un automóvil tipo sedán encontró la muerte tras incrustarse en la parte trasera de un tráiler en la esquina con Corregidora-, o la carretera 57 México-Querétaro -en la que apenas la madrugada del 20 de octubre de 2017 se registró un fatal accidente, en carriles laterales a la altura de la colonia Lomas de Casa Blanca, donde perdió la vida un joven, dos más resultaron lesionados de consideración y uno más salió prácticamente ileso.
En prolongación Zaragoza, a un par de cuadras del Centro Histórico, conviven el fotografiado Tanque del Agua, los históricos arcos y los pequeños altares dedicados a jóvenes que hace algunos años perdieron la vida en accidentes viales.
Aunque las autoridades no cuentan con el número de cruces que hay colocadas en las calles de la zona metropolitana, estas se pueden encontrar también en avenida Revolución, donde se recuerda a la mujer que falleció el 19 de marzo de 2015 cuando al intentar cruzar la calle fue arrollada por un vehículo; también en el la carretera de Tlacote y en la carretera del Campo Militar los deudos de quienes perecieron en accidentes viales han colocado cruces.
Sin embargo, las hay también que recuerdan a quienes la vida les ha sido arrebatada en hechos de violencia. Sus nombres aún se encuentran inscritos en pequeñas placas en colonias como San Antonio de la Punta, Santa Rosa Jauregui, Cerrito Colorado, Montenegro, Santa María Magdalena, Santa Mónica. Incluso, en zonas más céntricas, como San Francisquito.