Durante 11 años, los queretanos vivieron en una ciudad tomada por las fuerzas realistas leales a la corona española. Cientos de ellos, de una población de apenas unos cuantos miles, llenaron los conventos, habilitados como cárceles, acusados de traición.
Es la historia que nadie se ha atrevido a contar sobre la participación de Querétaro en la independencia, y que ha quedado reducida a sólo ser la sede de las tertulias semanales de los conspiradores en la casa de la Corregidora.
Oliva Solís, doctora e historiadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), señala que la historia se construye desde la visión de los ganadores y, en este caso, la historia que se construyó decidió que no era importante dar cuenta de la participación de los queretanos.
Sin embargo, la obra de investigación de la Doctora Lourdes Somohano, quien logró documentar la situación que vivió Querétaro entre 1810 y 1821, inicio y conclusión de la guerra de independencia, expone que lo que ocurrió en ese periodo, y que inhibió una participación más activa de los queretanos, fue que la ciudad estuvo tomada por los ejércitos realistas para evitar que el principal cruce de caminos entre el norte y el centro del país cayera en manos insurgentes y con ello los abastecimientos de oro y plata.
La corona ordena a distintos cuerpos del ejército que se concentren en la ciudad de Querétaro para blindarla, para evitar que este punto importante, cruce de caminos, caiga en manos de los insurgentes. Eso va a propiciar que el movimiento se vaya posteriormente hacia el occidente”.
Entonces, a Querétaro lo van a blindar y a tener la presencia de diferentes fuerzas del ejército realista que se establecen en los alrededores de Querétaro y en el centro de la ciudad construyen barricadas, trincheras, y la fortifican para que no caiga.
“Sí hubo un movimiento insurgente importante, pero se manifiesta en los márgenes, en los alrededores de la ciudad de Querétaro”.
Y en la Sierra Gorda, hubo grupos indígenas, pero también de españoles que en realidad son mestizos y criollos, que pertenecen a las clases medias, que tienen cierta ilustración y capitales, y que habían estado fuera del ejercicio del poder, que se suman al movimiento.
Para la corona era muy importante que los recursos no fueran a dar a manos del enemigo, así es que se fortifica Querétaro pero también la ruta del camino real, para garantizar que los metales que vienen del norte lleguen bien a la ciudad de México.
“Eso va a hacer que haya mucha vigilancia y que crezcan los procesos por infidencia, que es cuando le tienen que ser fieles al rey o a la iglesia y hay quienes simpatizan con la independencia y empiezan a escribir y pensar de manera distinta y se les acusa de infidente”.
En Querétaro, de acuerdo con las investigaciones de la Dra. Lourdes Somohano, hubo muchos otros presos acusados de infidencia entre la ente que vivía en el interior de la ciudad, estimándose que al menos unos 1 mil 500 queretanos fueron a parar a los conventos habilitados como cárceles, acusados de este delito.
A los alrededores lo que había mayoritariamente era población indígena que vivía en los barrios. Y los indígenas no todos se levantan en armas. Porque los tenían muy controlados los ejércitos realistas.
En el caso de los hacendados, por sus orígenes españoles, estaban con el rey. A lo que se añade la presencia religiosa, que aunque se dividió, su posicionamiento fue muy importante porque tiene el control de las conciencias.
“Eso también conduce a un cierto inmovilismo y no toda la gente tiene valor para exponer su posicionamiento político. Eso explica porque Querétaro no participó en la guerra, porque no podían. Pero hubo personas que se fueron de la ciudad y se adhirieron a estos grupos que están actuando en las periferias como independentistas”.
Durante 11 años Querétaro estuvo controlado por la corona, desde que se descubre la conspiración hasta 1821 que se termina la independencia.
“Ahí es donde se explica por qué los queretanos no actuaron, pero hay que circunscribirlo a la ciudad de Querétaro, porque afuera hubo muchos que estuvieron las filas insurgentes, pero actuando como bandas, como guerrilla, no en los grandes ejércitos”.