El control de los partidos políticos, desde las dirigencias locales, es la guerra intestina que viene. Con la recomposición política estatal generada a partir de los resultados electorales del 1 de julio, el objetivo de los grupos de interés al interior de los institutos políticos es apropiarse del Comité Directivo Estatal para crear las redes que les permitan llegar al 2021 en situaciones de poder.
EL QUERETANO consultó con militantes y liderazgos de los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD), Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y Revolucionario Institucional (PRI), sobre el futuro de dichas organizaciones y coinciden en que los próximos seis meses serán una verdadera revolución interna.
El Partido Acción Nacional (PAN) con el Gobernador del Estado como ancla política, no será quien tenga el proceso interno más terso. A pesar del fracaso de Ricardo Anaya Cortés en su intento por convertirse en Presidente de la República para el periodo 2018-2024, la fuerza del grupo al que pertenece se mantiene localmente intacta y con la mayor representación legislativa federal del panismo queretano.
De hecho, a los afines al candidato presidencial panista les urge hacerse de la dirigencia estatal para tener un dique de contención contra los panistas agrupados en torno al Gobernador, Francisco Domínguez Servién, si no quieren verse aislados de las decisiones partidistas durante los próximos tres años.
La sombra de quiénes se harían cargo del destino del partido en el poder en sustitución del actual dirigente interino Michel Torres, van desde el presidente municipal interino de Corregidora, Josué Guerrero, hasta el anayista Antonio Rangel Méndez. Sin embargo, la imagen de Gerardo Cuanalo Santos se advierte como la de quien pudiera hacer una bisagra política que evite un rompimiento que termine con la entrega de la Casa de la Corregidora a MORENA el 1 de octubre de 2021.
La situación en el PRD, que en 3 años echaron por la borda el avance de 30 años de lucha por ser la representación genuina de la izquierda queretana, se advierte mucho más clara. Los malos resultados de las últimas dos elecciones están vinculados con el actual dirigente estatal Adolfo Camacho y la visión ‘negociadora’ del grupo de ‘los chuchos’.
Por lo que el planteamiento de quienes advierten que aún es posible darle vida para una segunda oportunidad al PRD, es que se limpie el partido de quienes lo han venido manejando localmente y refundarlo. El problema es que no habrá manera de que se pongan de acuerdo en la persona que acaudille el esfuerzo, porque todos quieren hacerse del control de la dirigencia estatal, según advirtió Ulises Gómez de la Rosa, excandidato a diputado local.
En MORENA, la amenaza de una invasión de expriistas provocó que se congelara cualquier movimiento interno en el partido. Desde afiliaciones hasta cambios de dirigencia quedaron en stand by por lo menos durante los siguientes seis meses en el que se hace una evaluación interna, se depura el padrón y se establecen las condiciones y líneas a seguir.
De acuerdo con la diputada local Herlinda Vázquez, es real la amenaza de un ‘efecto cucaracha’ que desplace de las posiciones internas a los militantes que han luchado por la consolidación de MORENA desde que era sólo un Movimiento Social, tal como pasó en las elecciones pasadas, en las que los cargos de elección popular fueron entregados a militantes de otros partidos dejando fuera, incluso de las campañas, a los amlistas.
Incluso, el diputado local electo Raúl Chávez Nieto, quien fuera dirigente de los jóvenes de MORENA, advirtió que el reto de su partido hoy que es una fuerza política y opción de gobierno real, es no ‘perredizarse’.
Por lo que respecta al Partido Revolucionario Institucional, pese a haber caído en la tercera posición como fuerza política, aún despierta la ambición de sus líderes por el control de la dirigencia estatal.
Cómo no, si hacerse de la dirigencia estatal les garantizaría no sólo llevar mano en la designación de la candidatura a la gubernatura en 2021, sino en el reparto de las primeras posiciones en la lista plurinominal.
Ahí la dirigencia la pelean los grupos del dirigente nacional del Movimiento Territorial, José Eduardo Calzada Rovirosa; del exdirigente nacional César Camacho Quiroz; y actores locales como Braulio Guerra Urbiola, Jesús Rodríguez Hernández y Roberto Loyola Vera.