*Luego de dos años, más de 137 mil casos y más de 6 mil 600 defunciones, en Querétaro, no es momento de bajar la guardia, afirma.
Al cumplirse dos años desde que se presentó el primer caso de COVID-19 en nuestro estado, el Vocero Organizacional pidió seguir con los cuidados que durante este tiempo hemos aprendido gracias al entrenamiento COVID, como el uso del cubreboca en espacios cerrados y concurridos, el lavado continuo de manos, la sana distancia y el mantener los espacios ventilados, así como acceder al cuadro completo de vacunación.
El Vocero Organizacional informó que, desde entonces, y hasta el 17 de marzo pasado, en Querétaro se han registrado más de 137 mil casos y más de 6 mil 600 defunciones, y aseguró que nos encontramos ante un mejor panorama, tras superar la peor ola de contagios de la pandemia, con un comportamiento en franco descenso, una tendencia sostenible y cerca del final de esta cuarta ola.
“Es cierto que estamos superando la cuarta ola y la mayoría de la población ha recibido por lo menos una dosis de la vacuna, pero no es momento de soltarnos. Actuemos con responsabilidad”, manifestó.
De la misma forma invitó a ver hacia atrás y recordó que hemos vivido momentos difíciles, con altas y con bajas; con miedo, pero también con esperanza. También mencionó que hemos vivido el dolor del duelo y el alivio de ver que un ser querido, o nosotros mismos superamos la enfermedad.
«No somos los mismos que hace dos años, la pandemia nos ha dejado grandes lecciones: todos perdimos algo, pero también todos ganamos conocimientos, resiliencia y aprendizajes», subrayó.
Recordó que los primeros meses teníamos mucho miedo a lo desconocido y estábamos rodeados de un clima de incertidumbre, pero firmes en un objetivo común: proteger la vida.
Mencionó que el combate contra el virus llevó al Comité Técnico a recomendar medidas extraordinarias, que correspondían al momento que vivíamos. Afirmó que el tiempo permitió a los expertos conocer mejor la enfermedad, y a nosotros nos enseñó a valorar el trabajo de nuestra comunidad médica y científica, y confiar en nuestra habilidad para convivir con el virus, sin contagiarnos.
Al reafirmar que la prevención es la mejor medicina, insistió en la importancia de prevenir enfermedades como la hipertensión, la diabetes y la obesidad, en su mayoría asociadas a malos hábitos y que conforman las principales comorbilidades que lamentablemente cobraron muchas vidas durante la pandemia.
Pidió a la población hacer uso de todo lo aprendido y, frente a los próximos retos que vivamos, utilizar nuestra capacidad de adaptarnos, cuidarnos y ser flexibles ante una realidad en constante cambio.
Refrendó que el Comité Técnico monitorea de forma permanente el comportamiento de la enfermedad para poder tomar las decisiones que correspondan en su momento. Por lo que pidió mantenerse al tanto de la información oficial.
«Nuestro objetivo sigue siendo proteger la vida. Desde esta Vocería seguiremos acompañándote en este camino. «, concluyó.