Avanzar hacia una sociedad donde las mujeres ejercen plenamente de sus derechos pasa, entre otras cosas, por una toma de consciencia del papel que juegan en la sociedad, consideró la activista y sindicalista Alma Olvera Santos.
“Creo que les hace falta reconocer que la mitad del mundo es suyo, creo que les hace falta, al reconocer ese derecho poder exigir sentarse en la mesa donde se toman decisiones”, agregó Olvera Santos.
Apuntó que hace falta también que los avances en la participación política de las mujeres se traduzca en agendas comunes que respondan a las luchas históricas.
“Hace falta que estas mujeres que ya lograron llegar a puestos de elección popular de verdad ejerzan ese compromiso que adquirieron con las mujeres de Querétaro. Ellas están ahí por un esfuerzo que a lo largo de muchos años las mujeres queretanas han pugnado”, agregó Alma Olvera.
Una vez en posiciones de poder y decisión, las mujeres están obligadas a “ayudar a todas estas mujeres a que se concienticen del lugar de la mujer en la sociedad queretana, sobre todo”.
Respecto al papel de las mujeres en la vida sindical, señaló la necesidad de que las mujeres se reconozcan con, “pero también que se le apoye, que se le apoye desde su casa, quien tiene marido, quien tiene familiar, porque el sindicalismo no es un entorno fácil, es un medio muy hostil”.
Señaló que los roles tradicionales que se les ha asignado a las mujeres elevan el nivel de dificultad de participación en la vida sindical: «la mujer no ha quitado aún el pie de lo doméstico, y tiene otro pie tratando de generar ingresos para llevar a su familia y si le sumas que se enrolla en el sindicalismo donde es muy competitivo, muy frío, muy masculino, a final de cuentas, pues se le vuelve doblemente complicado”.
Además, una vez que logran estar en posiciones de tomas de decisiones, “siempre tienen que estar legitimando su papel en estos espacios, siempre tienen que estar dando pruebas de amor, entonces la exigencia se vuelve doble o triple en comparación con la de los varones”.
Señaló que es necesaria todavía una mayor participación femenina en la vida sindical “porque las mujeres ya tenemos muchas dirigentes en las empresas, entre las obreras, son mujeres aguerridas, ya tenemos esa fuerza pero ahora nos falta pasar al otro escalón donde nos permitan sentarnos en las mesas donde verdaderamente se tomen decisiones importantes, donde verdaderamente las mujeres pugnen porque las mujeres entren al mercado laboral formal”.