Activistas de la organización ambientalista Greenpeace y de otros colectivos protestaron en las obras del tramo 5 del Tren Maya para demandar su suspensión.
Dicho tramo está proyectado de Cancún a Tulum y para su ejecución falta la Manifestación de Impacto Ambiental, indicaron los activistas.
En el último cambio que se ha realizado al trazo del tren, la ruta se adentra cada vez más en la selva, contraviniendo la promesa presidencial de conservar un trazo sobre el derecho de vía existente, señalaron durante la protesta.
Además, la obra no cuenta con la Manifestación de Impacto Ambiental «violando lo dispuesto en los Artículos 170 a 174 de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente», añadieron.
La organización desplegó una manta con el mensaje «Protejamos la selva maya», mientras 8 activistas de la organización ambientalista inmovilizaron con el cuerpo la maquinaria.
Greenpeace denunció la profunda devastación en la zona, que se extiende al día de hoy en por lo menos 30 kilómetros de selva con 60 metros de ancho.
Aleira Lara, Directora de Campañas de Greenpeace México, llamó al presidente Andrés Manuel López Obrador a suspender inmediatamente las operaciones en el tramo 5 que pretende abarcar 121 kilómetros de doble vía, con 5 estaciones y 3 paraderos y que irá del aeropuerto de Cancún hasta el libramiento a Tulum.
Esta ruta, tal como está planteada, fragmentará, deforestará, «defaunará», contaminará y pondrá en riesgo aún más a la selva, a los ríos y a las comunidades”, declaró.
“Los proyectos de infraestructura, desarrollo económico y turísticos no deben derivar de la destrucción de la naturaleza ni de la violación a los derechos humanos”, enfatizó Lara.