Persecución e inseguridad laboral fue la queja que presentó un grupo de docentes de Preparatoria de la Universidad Autónoma de Querétaro, al candidato a Rectoría, Arturo Castañeda Olalde, a quien abordaron antes de iniciar el foro en donde los tres aspirantes participaron en esta sede y donde escucharon también quejas de los alumnos quienes aseguraron sentirse violentados en sus derechos.
Ante la queja de los docentes de bachillerato de San Juan del Río, Arturo Castañeda indicó que es momento de que todos los docentes de la UAQ platiquen como amigos, ya que reconoció que es preocupante la situación laboral que padecen muchos en la Máxima Casa de Estudios de la entidad; en este sentido se refirió a su plan de trabajo a largo plazo en donde se busca la eficiencia de la administración basada en la transparencia y la rendición de cuentas.
Expuso que coincide con la demanda de sus pares respecto a que las plazas para docentes deben otorgarse con procesos claros y transparentes, ya que en la actualidad éstas se otorgan de manera discrecional, Castañeda coincidió en que debe acabar la “cacería de brujas” que padecen los maestros de la UAQ, pero también indicó que se ha llegado a esta situación porque muchos profesores no sólo han sido permisivos sino incluso han llegado a incitar dicho tipo de actividades violatorias a los derechos laborales.
Durante la presentación de los ponentes en San Juan del Río, resultó un momento oportuno para otra confrontación entre las candidatas a Rectoría, esto cuándo en una de las preguntas de los alumnos se les cuestionó porque había elegido su carrera profesional, a esto, Teresa García Gasca, comentó ante la cara de asombro de muchos asistentes “mi carrera me escogió” y recordó que desde pequeña le atrajo la ciencia, situación que aprovechó Blanca Gutiérrez Grageda, para contar la anécdota de una plantita y concluir con un “a mí, mi carrera no me eligió, yo la elegí” entrando otra vez en la confrontación con su antecesora; mientras que Arturo Castañeda, reconoció ante los estudiantes que su primera opción era la ingeniería en instrumentalización y control de procesos, pero los horarios de dicha licenciatura no coincidían con su trabajo en la empresa Quesos Caperucita, por lo que optó por una carrera que se apegara con sus necesidades, lo que me lleva “comentar que todo en la vida es circunstancial y hay que aprender a querer lo que uno hace”.
