Tres años después, tras una larga batalla legal, se realizó la ceremonia de titulación de Mauricio Medina Hernández, el estudiante que la Universidad Autónoma de Querétaro expulsó por un presunto caso de maltrato animal.
La titulación se llevó a cabo en la Facultad de Derecho, con la autorización de la nueva administración de la UAQ.
El sínodo estuvo compuesto por Blanca Gutiérrez Grajeda, exdirectora de la Facultad de Filosofía; Guadalupe Zaldívar Lelo de Larrea, directora de la Facultad de Medicina.
También participó Aurelio Domínguez, exdirector de la Facultad de Ingeniería; Agustín Alcocer, exdirector de la Facultad de Derecho y el profesor de Derecho Juan José Manríquez Huerta.
Los integrantes del sínodo felicitaron a Mauricio por haber resistido la larga batalla legal para obtener su título como Licenciado en Medicina Veterinaria y Zootecnia.
La Dra. Gutiérrez Grajeda felicitó también al Dr. Agustín Alcocer por la defensa de Mauricio Medina y otros estudiantes que fueron víctimas de agravios.
“Dempeño un papel fundamental en la defensa de estudiantes que fueron víctimas de agravios de una administración que hay quien dice que es digna del olvido; yo digo que no, hay que recordarla para que no se vuelva a repetir”, expresó la académica.
“El día de hoy es un día histórico, se cumple todo un proceso en donde un grupo de pseudo universitarios tomaron la universidad y el día de hoy finalmente se les ha demostrado que fueron arrogantes, que fueron prepotentes”, dijo el exdirector de ingeniería al felicitar al nuevo profesionista.
Luego, Mauricio Medina levantó la diestra y rindió protesta.
Acusaciones de Zoofilia; pruebas ilegales
En sesión de Consejo Universitario se expulsó al estudiante, por la presunta conducta de «bestialismo» y zoofilia.
Sin embargo, la juez séptima de distrito en materia administrativa y de amparos, determinó en febrero de 2023 que las pruebas eran ilegales.
La juez determinó que la UAQ nunca probó las conductas que motivaron la expulsión. Además, el abogado general raealizó conductas que no estaban previstas en el reglamento para recabar testimonios.
La UAQ se inconformó contra la sentencia de la juez federal. Un tribunal federal atendió el recurso de la UAQ; sin embargo confirmó la sentencia de la juez.
En enero pasado, antes de dejar la rectoría, la UAQ revirtió la expulsión del estudiante, pero condicionó la titulación a un tratamiento psicológico y una espera de un año más.
La semana pasada la juez resolvió un incidente de inejecución de sentencia y consideró que la UAQ no había cumplido a cabalidad la sentencia de amparo.
Le otorgó tres días para hacerlo y apercibió a las autoridades universitarias que de incurrir en tácticas dilatorias podrían se acreedores a multas, cárcel, destitución e inhabilitación.
