El PRI queretano, en ruinas

En seis años, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) pasó de ser la fuerza política dominante en el estado con el control de la gubernatura, 13 presidencias municipales, 9 distritos locales y representación en las dos cámaras federales que conforman el Congreso de la Unión a un partido menguante y pocas opciones al frente.

Militantes consultados por EL QUERETANO comentaron que las posibilidades para una nueva dirigencia estatal se abren a partir de la renuncia de René Juárez Cisneros como dirigente nacional del PRI, con una baraja en la que se disputan las nominaciones para el 2021 entre tres aspirantes: Braulio Guerra Urbiola, actual Diputado Federal Plurinominal; Jesús Rodríguez Hernández, exdirigente estatal del PRI; y Hugo Cabrera Ruiz, Diputado Federal por el Distrito 1 y Diputado Local plurinominal Electo.

Con ellos están Manuel Pozo Cabrera, excandidato a Diputado Federal por el Distrito 3; David Palacios, excandidato a Diputado Federal por el Distrito 1; Antonio Macías Trejo, excandidato a Diputado Federal por el Distrito 2; y Roberto Loyola Vera, excandidato a la Gubernatura en 2015.

Pero en esta sucesión jugarán un papel importante los padrinazgos, alianzas y liderazgos que entrarían en juego, concretamente los del líder nacional del Movimiento Territorial, José Eduardo Calzada Rovirosa; el Senador Enrique Burgos García; y el exdirigente nacional priista, el mexiquense César Camacho Quiroz.

Sin subestimar al exembajador mexicano en El Vaticano, Mariano Palacios Alcocer; ni al influyente exdirigente nacional priista Fernando Ortiz Arana, cuya presencia y opinión sigue siendo punto de partida y llegada del ideario priista queretano.

Y es que los priistas no supieron administrar el capital político que les dejó la elección de 2009 cuando, tras 12 años viendo desde la acera de enfrente cómo el Partido Acción Nacional (PAN) gobernaba en el estado, pudieron recuperar el Poder Ejecutivo estatal, incrementar su representatividad municipal y legislativa local y federal.

Pero en las dos elecciones siguientes perdieron el 59.2 por ciento de los cargos de elección popular en disputa, que incluyeron Ayuntamientos, distritos locales y federales y posiciones en el Senado de la República.

El tobogán siguió hasta el domingo 1 de julio pasado cuando el gobernador Francisco Domínguez Servién logró lo que no pudieron sus antecesores Ignacio Loyola Vera y Francisco Garrido Patrón: firmar la carta de defunción de un PRI en vías de extinción.

En el proceso electoral del 2000, el entonces primer Gobernador panista de Querétaro, Ignacio Loyola Vera, se fue a dormir con la conciencia tranquila al haber logrado un incremento de 66 por ciento en el número Presidencias Municipales para su Partido, al pasar de 3 a 5, y nueve Distritos Locales, alcanzando por primera vez la mayoría numérica en el Poder Legislativo.

Para el 2006, ya con un PAN más afianzado en la administración pública, con control absoluto sobre la vida política, social y económica del Estado, las cosas no pintaban muy difíciles para que el Gobernador Francisco Garrido Patrón pudiera sacar adelante la elección y duplicó las Presidencias Municipales panistas y le dieron ‘copeteado’ el número de Diputados.

En 2006 el PAN ganó 10 Alcaldías, 12 Distritos Locales y el Instituto Electoral de Querétaro les dio cuatro plurinominales para alcanzar la cantidad de 16 Diputados.

Ahora, el saldo del proceso electoral ha dejado al PRI con apenas seis cargos de elección popular de los 53 a los que pudieron aspirar sus candidatos entre Ayuntamientos, las diputaciones locales y federales de mayoría relativa y representación proporcional, así como espacios en el Senado.

El problema para los priistas es que sin Presidente de la república, sin Senador de la República, sin Diputados Federales de mayoría, sin un Presidente Municipal de una demarcación importante y con una dirigencia cuestionada, se ve huérfano de cuadros para enfrentar el proceso electoral del 2021 en que se renovará la gubernatura.

Por lo que las opciones se reducen a la diputada federal plurinominal electa María Alemán o la construcción de un proyecto nuevo, desde cero, y con una nueva dirigencia estatal. Aunque la última vez, les tomó 12 años poner al partido en posición de ganar una elección estatal.

CUANDO LA DEMOCRACIA LOS ALCANZÓ…

El Partido Revolucionario Institucional no ha logrado mantenerse como una fuerza política sólida en el estado de Querétaro desde que perdió al gubernatura por primera vez en 1997. Montados en un tobogán de altibajos, este año alcanzaron su punto más bajo, sin que aún se perciba el fondo.

NOTAS: N/E No Encontrado. N/A No hubo elección para Senadores ese año. FUENTE: Realización propia con información del Instituto Electoral del Estado de Querétaro y del Congreso de la Unión.

POR LA RIFA DEL TIGRE…

Tras la renuncia de René Juárez Cisneros a la dirigencia nacional del PRI, se espera que los dirigentes estatales que no entregaron buen saldo electoral hagan lo mismo aun cuando no se haya cumplido el tiempo estatutario. Mientras, en la baraja tricolor ya se manejan algunos nombres de militantes que pudieran estar interesados en la sucesión.