El control prenatal es el cuidado de la mujer y el bebé durante el embarazo con la finalidad de que este sea sano y llegue a buen término. Le permite además al médico, prevenir o alertar de posibles problemas de salud en la madre e hijo, y por lo tanto brindar el tratamiento más efectivo de ser necesario.
Sin embargo, la mayoría de las mujeres que acuden a consulta por primera vez, lo hacen a partir del segundo trimestre, señaló la médico ginecobstetra del Hospital General Regional (HGR) No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Querétaro, Norma Angélica Guiza Suárez.
“Lamentablemente en México no existe la cultura de ir al médico de manera periódica para llevar un embarazo sano, que es fundamental; primero, para corroborar la situación mediante estudios de sangre o un ultrasonido y de esta forma prevenir enfermedades o bien controlarlas y tratarlas adecuadamente”, agregó la especialista.
Destacó que alrededor de 80 por ciento de las mujeres embarazadas que acuden a su control prenatal presentan sobrepeso u obesidad, lo que las hace más vulnerables de desarrollar diabetes gestacional, problemas de la tiroides, eclampsia, preeclampsia, y que pueden presentar complicaciones durante el parto.
Las señales de alarma que debe tomar en cuenta toda mujer embarazada y que ameritan atención médica urgente son durante el primer trimestre, cólicos, sangrado, flujo vaginal; en el segundo y tercer trimestre, si el movimiento del bebé disminuye o desaparece por completo, salida de flujo vaginal, sangrado, dolor abdominal, de cabeza o en la boca del estómago, zumbido de oídos, avistamiento de luces; cualquiera de estas señales pueden poner en riesgo a la madre y al bebé.
El IMSS exhorta a todas las mujeres embarazadas a que acudan con su médico familiar para llevar un embarazo sano. El Seguro Social ofrece una atención multidisciplinaria entre medicina, estomatología y nutrición para garantizar el bienestar de la madre y el bebé.