*“No hay coherencia, ni principios ni valores que sostengan a Morena”: Leonor Mejía.
La dirigente de Morena en Querétaro, Leonor Mejía, sostuvo que los mexicanos no permitirán más engaños, al hablar en torno al escándalo del hijo mayor del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y sus millonarias casas.
“Después de que Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad y varios medios de comunicación develaran el pago de favores que BakerHughes le hizo al ‘junior de la 4T’, se derrumbó el discurso de austeridad que tanto pregona Morena”, dijo.
Mejía Barraza sostuvo que hay datos concretos pues, en 2019 Pemex entregó un contrato a la empresa BakerHughes y, un mes después, el primogénito del presidente de México vivía en una casa de esa empresa.
“El discurso de austeridad, humildad y sencillez que desde Palacio Nacional el presidente pregona, lo desmienten de nuevo sus familiares y amigos. No hay coherencia, ni principios ni valores que sostengan a Morena. Lo único que ha provocado ese partido en el Gobierno Federal es que no haya empleos ni vacunas ni medicamentos ni tampoco seguridad”, señaló Mejía Barraza.
La casa de Houston, dijo, solo es la punta del iceberg de la corrupción de Morena, pero en el partido Acción Nacional tenemos memoria.
Mejía Barraza recordó los ventiladores que el hijo del director general de la CFE, Manuel Bartlett vendió a sobreprecio al IMSS; así como las 25 casas del mismo exsecretario de Gobernación y las ‘injustificadas’ propiedades de Irma Eréndira Sandoval y su esposo John Ackerman.
No dejó de mencionar “los fajos de billetes que recibió Pío López Obrador para financiar la campaña de su hermano; los contratos de Pemex que Rocío Nahle le otorgó su compadre y los contratos dados a Felipa Obrador, la prima del Presidente.
Sostuvo que, ante estas evidencias, el combate a la corrupción por parte de la cuarta transformación es solo una falacia y apuntó que el Índice de Percepción de la Corrupción (Corruption Perceptions Index 2021: IPC), que es el ranking global más utilizado en el mundo y que mide la percepción de corrupción del sector público de cada país, señala que México alcanza 31 de 100 puntos, donde cero significa ser un país muy corrupto y 100, muy limpio.
