Debido a la pandemia generada por la enfermedad COVID-19, la Diócesis de Querétaro acordó, junto con las organizaciones de peregrinos, cancelar la peregrinación anual de Querétaro a la Basílica de Guadalupe que estaba programada para su realización en julio próximo.
La noticia fue confirmada por el Vicario de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, quien explicó que, tras analizar todos los escenarios, se tomó la determinación de cancelar la edición 2020 de esta peregrinación que año con año congrega en la Basílica de Guadalupe a más de 50 mil personas.
“Realizar la peregrinación sería poner en un serio riesgo la vida y la salud del peregrino y en peligro estos dos bienes inherentes a la dignidad de cada persona; por lo tanto, debido a la contingencia sanitaria en la que hoy estamos viviendo, COVID-19, hemos decidido y acordado las tres asociaciones peregrinas mujeres, peregrinos hombres y ciclistas, suspender la peregrinación 2020”, informó el prelado.
Lara Becerril dio lectura a un documento en el que se da a conocer de la decisión y recordó que en el mes de julio de cada año, se lleva a cabo la tradicional romería a pie o en bicicleta hacia la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México.
Así, de acuerdo al programa original, se esperaba que el 26 de julio de este año unos 10 mil ciclistas, 25 mil peregrinas y 35 mil peregrinos, procedentes de Querétaro y algunos municipios de Guanajuato, arribaran a la Basílica de la Virgen de Guadalupe.
“En una asamblea extraordinaria analizamos cuidadosamente el tema de la peregrinación teniendo como base toda la información de la que disponemos desde diversos ángulos: sanitario, seguridad, vigilancia, logística, riesgos economía, entre otros.
“Ante esta realidad, hemos puesto en primer lugar el don de la vida humana que cada uno de los peregrinos y sus familias, lo mismos que la vida de todas las familias de los pueblos por donde vamos pasando y pernoctando y no podemos poner la vida de nadie en peligro, bajo ninguna circunstancia”, sostuvo el Vicario diocesano.
El prelado afirmó que el tipo de movimiento logístico y la concentración humana que representa la peregrinación hace imposible la aplicación, al cien por ciento, de las recomendaciones sanitarias de limpieza que la contingencia demanda
“No queremos exponer al peregrino o peregrina a un peligro vital innecesario, pues hay muchos peregrinos muy vulnerables por su circunstancia de salud personal.
“Además, la economía familiar y de las diversas comunidades, no son favorables, sin olvidar que la Basílica de Guadalupe no estará en sus mejores condiciones de acogida”, dijo.