En temporada invernal aumenta la incidencia de casos de parálisis facial hasta un cinco por ciento debido al incremento de infecciones respiratorias que favorecen la inflamación del nervio en el conducto auditivo.
Otras causas son los procesos infecciosos dentales u alguna inflamación del oído, informó la doctora Catalina Lara Maya, médico rehabilitador adscrita a la unidad de Medicina Física del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Querétaro.
“El proceso infeccioso condiciona la inflamación del nervio facial o Séptimo Par en el conducto auditivo, lo que ocasiona una incapacidad para poder mover adecuadamente la cara, pues afecta los músculos de la mímica o expresión facial”, señaló la especialista.
Los cambios bruscos de temperatura pueden propiciar la inflamación del nervio facial, por lo que es recomendable protegerlos del frío con bufanda, gorro u orejeras.
Al área de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital General Regional (HGR) No. 1 se atienden entre cinco a siete casos con este problema durante el invierno, informó la doctora Catalina Lara.
La sintomatología que se presenta en los pacientes afectados son: dolor en un oído, adormecimiento facial, sensación de hormigueo, dolor, lagrimeo del ojo en lado afectado, alteraciones en el gusto ―sabor metálico―y la más notable, desviación de la comisura bucal al lado contrario, así como la incapacidad para mover la parte de la cara afectada.
Este padecimiento es reversible en un 90 por ciento de los casos y no causa secuelas en el lado dominante de la cara ―lado en el que podemos hacer más muecas, como levantar la ceja―, mientras que en el lado no dominante, la recuperación tarda de una semana a tres meses como máximo; sin embargo, los pacientes con diabetes tardan más de un año por la neuropatía diabética que sufren.
“Para que la recuperación sea total se utiliza electroterapia a baja frecuencia con el fin de estimular los músculos que están paralizados”, afirmó la doctora Lara Maya.
La parálisis facial afecta por igual a toda la población, sin embargo, las mujeres son más vulnerables cuando cursan por un embarazo debido a las alteraciones metabólicas que sufren, así como personas jóvenes en edad productiva, ya que están sometidos a una extensa carga laboral, estrés, cansancio, mala alimentación, lo que contribuye a sufrir una parálisis facial.
Por último, el IMSS recomienda a la población acudir de manera inmediata con un médico para su atención oportuna; además, que deben cubrir el ojo afectado, usar lentes oscuros para evitar daño en la córnea y no exponerse a lugares muy iluminados, así como cubrir ambos oídos y realizar movimientos faciales frente a un espejo de dos a tres veces por día, como ejercicio de rehabilitación.