Han pasado 4 meses y tres días desde que la autoridad municipal de Querétaro aseguró que instalaría protecciones al acceso a la arcada del Acueducto de Querétaro.
Han pasado casi tres meses desde que un hombre se arrojó al vacía desde la parte alta del monumento, patrimonio histórico de la humanidad. Más de 120 días.
Hoy EL QUERETANO pudo constatar que de las prometidas protecciones que el ayuntamiento capitalino ofreció instalar a fin de evitar que personas accedan a la parte superior del acueducto no hay ni señales.
En la parte inicial del monumento, ubicado en el extremo oriente de la Calzada de los Arcos, tampoco hay vigilancia policiaca como también se ofreció por parte de las autoridades capitalinas.
El recuento
El pasado 17 de octubre, tras casi 3 horas, elementos de emergencias lograron convencer a un joven que había subido a Los Arcos de que descendiera.
Cinco días después, el 22 de octubre el secretario de gobierno del municipio de Querétaro, Apolinar Casillas informó que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el municipio de Querétaro habían acordado instalar protección a los accesos del monumento.
Un mes después, el 22 de noviembre, un sujeto que había subido al Acueducto de Querétaro, terminó por caer al vacío, cuando personal de emergencias intentaba convencerlo para que descendiera del monumento. El hombre perdió la vida.
El 25 de noviembre, tres días después de este hecho, el secretario de gobierno del municipio de Querétaro, Apolinar Casillas, afirmó que el Instituto Nacional de Antropología e Historia fue reticente a la propuesta de instalar rejas para impedir el paso a la parte superior del Acueducto de Querétaro.
Ese mismo día El titular de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Querétaro, Juan Luis Ferrusca, afirmó que, tras estos hechos, se implementaría un esquema de vigilancia al acceso al monumento.
Se acabó el 2019 y nada sucedió y, el 9 de enero de este año, la Secretaria de Obras Públicas del municipio de Querétaro, Oriana López Castillo, aseguró que ese mes podría estar lista la protección para impedir el paso de personas a los arcos.
Incluso precisó que se trataba de una protección de hierro en forma de abanico, la cual impide el daño al patrimonio.
Tampoco fue instalada.
Hoy el acceso a los Arcos de Querétaro en su lado más bajo, en la entrada a Hércules, ni cuenta con protección, ni cuenta con vigilancia.