Para propios y extraños, transitar por Michoacán, se ha convertido en una actividad de vida o muerte, tal y como sucedió con los 11 hombres y menores de edad, que se desempeñaban como jornaleros agrícolas y fueron confundidos por los carteles de las drogas que tienen sometida a la entidad, según confirmó el titular de la Secretaría de Seguridad Pública en el Estado (SSP), José Alfredo Reyes Ortega.
Fue la mañana de este 2 de noviembre, que aparecieron 11 cadáveres en Tangancícuaro, Michoacán, entre ellos 6 menores de edad, todos ellos sin antecedentes penales y no pertenecían a ninguna mafia, solamente se dirigían a un cerro a recolectar panales de apena y miel para posteriormente comercializarla.
Por su parte, el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Adrián López Solís, declaró que horas previas a su asesinato, los once hombres y adolescentes, habían laborado como cortadores de aguacate y posteriormente decidieron reunirse para acudir a un cerro a recolectar la miel de abeja, que pretendían vender afuera del panteón municipal, para que fuera utilizada en las ofrendas a los altares de muertos.
Sin embargo, una célula delincuencial, los detectó, interceptó y los confundió con carteles rivales y ordenó su tortura y ejecución.
«Ellos no tienen registró de antecedentes penales, tampoco dentro de los análisis de toxicidad, se encontraron relación con ningún tipo de drogas», reconoció.
López Solís, señaló que están trabajando en las investigaciones y tienen el apoyo de la Federación y prometió que “pronto habrá resultados”.
