Un proyecto que causó una gran expectativa durante el sexenio de José Calzada Rovirosa, fue el hacer de Querétaro, “La Nueva Meca del Cine Mexicano” y que a pesar de contar con una Ley aprobada, un fideicomiso y el respaldo de empresarios, quedó solo en el papel.
‘Querehollywood’ fue el nombre que recibió coloquialmente el proyecto que popularizó una imagen ficticia de dicha palabra montada sobre el cerro del Cimatario, que hacía referencia al famoso letrero de Hollywood en Los Ángeles, Estados Unidos, donde se realizan las películas más taquilleras del mundo.
Tras la aprobación de la Ley el 25 de junio del 2013 en el Congreso Local de la mano del entonces diputado priista, David Dorantes Reséndiz, el gobernador José Calzada Rovirosa anunció una inversión de 500 millones de pesos y la donación de un predio de 73 hectáreas ubicado en la carretera Tequisquiapan-San Juan del Río.
Sería en ese lugar donde se realizaría la construcción de unos estudios cinematográficos que tendrían lo necesario para que el cine mexicano escalara un peldaño en las producciones internacionales bajo el nombre de TX Estudios.
TX Estudios contaría con 5 foros de estándares internacionales, adaptables para cualquier tipo de filmación, con todo y tanques de agua para filmación submarina en interiores.
El proyecto no solo contenía la creación de estudios, sino la construcción de una universidad cinematográfica, también con sede en el municipio de Tequisquiapan, un sueño que nunca se cumplió para los ciudadanos.
“Para que este proyecto se consolide, todos tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos, en la administración estatal, me restan 2 años, tiempo suficiente para empezar a ver las primeras producciones, sé que tiene planeado invertir en una primera fase poco más de 500 millones de pesos”, mencionó Calzada Rovirosa el 14 de febrero del 2013 en el inicio de la filmación de la película ‘Jirón de Niebla’ en Tequisquiapan.
La película, protagonizada por María Rojo, José Ángel Bichir, Joaquín Cosío y otros reconocidos actores, marcaría el inicio del proyecto; sin embargo, pasaron los meses, los años y la Ley de Fomento Cinematográfico se convertía cada vez más en letra muerta.
La película Jirón de Niebla causó un efecto contrario, luego de que los productores quedaron desencantados por los apoyos gubernamentales que nunca llegaron y jamás se volvió a hablar del tema.
Aunque actualmente la ley se encuentra vigente, no es real, no hay recursos destinados a un fondo estatal de apoyo a la cinematografía y no existen más que en el papel, órganos como un Consejo de Impulso a la Cinematografía entre otras figuras que por ley deberían existir en la entidad.