Alrededor de 400 personas en un municipio de Michoacán, tuvieron que recurrir a la migración forzada, ante la ola de violencia que padece la entidad, “ante los oídos sordos” del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y el gobernador del Estado, Alfredo Ramírez Bedolla.
Y es que, en la entidad, al menos dos municipios de Michoacán, se encuentran sitiados, sometidos y secuestrados en su totalidad por la delincuencia organizada; Aguililla y Coalcomán.
En esta ocasión, fue el párroco del municipio terracalentano Coalcomán, el que lanzó un urgente llamado de auxilio a la Federación y el Estado, para que dejen de “darles atole con el dedo” y dejar de tener “oídos sordos” y escuchen la desesperación del pueblo que está totalmente “secuestrado y sometido” desde hace 100 días, por la delincuencia organizada.
A decir del sacerdote de nombre Jorge Luis Martínez Chávez, la estrategia de abrazos y no balazos, no ha servido para proteger a los coalcomanences que «viven en un clima de terror», y migración forzada ante el temor de ser víctimas de los hampones.
“No repitan excusas engañosas, no vuelvan a decir, que no hay condiciones para implementar los proyectos que nos prometieron hace meses para nuestra zona, no nos den atole con el dedo, diciendo que los proyectos ya están aprobados, eso de nada nos sirve, nosotros queremos caminos transitables, anhelamos vivir en paz, sembrando, comerciando, cosechando, comiendo y bebiendo del fruto de nuestro trabajo”, manifestó.
El párroco exigió a las autoridades de todos los niveles de gobierno, en un escrito dirigido al mismo presidente de la República, que restablezca las carreteras trozadas o sitiadas por el hampa, que rehabilite el servicio de la telefonía celular, garantice el libre tránsito de los pobladores, sin que arriesguen la vida, y devuelva la tranquilidad.
Añadió que, en lo que va de este año, han tenido que emigrar más de 100 familias de la localidad, es decir, un promedio de 400 personas, debido a que fueron víctimas de algún secuestro o asesinato de algún miembro de su familia y prefirieron dejar su hogar para buscar una vida con mayor tranquilidad.
“Hace 100 días, que nos robaron la paz, nos despojaron del derecho fundamental al libre tránsito, nos taponearon las carreteras, ustedes lo saben, lo han sabido y se han hecho sordos, a nuestras quejas, los ciudadanos de Coalcomán, estamos sitiados, les hemos lanzado reiterados llamados de auxilio, hemos solicitado su apoyo, hemos pedido lo justo, que ejerzan el poder, y dispongan de la legítima autoridad que les entregamos para que cumplieran con el deber fundamental”, manifestó.