Vecinos de la Colonia Miguel Hidalgo solicitaron a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHM) su intervención en el caso de la casa rentada a través de Airbnb para realizar fiestas clandestinas.
En el oficio dirigido al presiente del organismo, Raúl Israel Hernández Cruz, los vecinos señalan la serie de omisiones cometidas por las autoridades, quienes se han negado a atender sus denuncias.
De acuerdo con los habitantes de la Colonia, la casa ubicada entre las propiedades marcadas con los números 151 y 155 de la Calle Francisco Leyva, en Cuernavaca, es arrendada a través de la plataforma digital Airbnb para la realización de fiestas clandestinas y conciertos, así como para operar como bar clandestino.
“No hemos podido encontrar solución por parte de las autoridades, ya que estas han sido omisas a la problemática que enfrentamos y a las actividades que se realizan en el inmueble, el cual en un plazo de tres años ha sido habilitado, pasando de ser casa habitación a inmueble acondicionado como bar, para alojar y desarrollar eventos”, se lee en el documento.
Las constantes fiestas masivas, realizadas incluso durante la pandemia y aplicación de ley Seca por la contienda electoral, han provocado afectaciones a la tranquilidad de los vecinos.
“Las actividades en comento que se realizan han afectado la tranquilidad de un barrio residencial, tanto en sus personas como en sus bienes, ya que se realizan fiestas con grandes concentraciones de personas, en su mayoría se aprecia que posiblemente sean menores de edad (aún en pandemia y en ley seca electoral), en las cuales se consumen grandes cantidades de alcohol y posiblemente drogas, escandalizan con gritos, música a altos decibeles durante días y noches completos sin parar.
“Autos mal estacionados, presencia de personas ajenas a la colonia y que han mostrado comportamiento hostil y retador, que han suscitado riñas, lanzamiento de basura como botellas o latas y el uso de las entradas de los domicilios de los vecinos y del parque que se encuentra en las calles de Armando Vargas Caraza y Francisco Leyva como sanitario”, son algunas de las afectaciones señaladas por los vecinos.
En más de 20 ocasiones los habitantes de la Colonia han denunciado las fiestas clandestinas a través del denominado Segurichat, un esquema de comunicación directa con autoridades de seguridad a través de grupos de Whats App.
“Debido al mecanismo de arrendamiento de la propiedad en comento, el dueño o encargado no se encuentra residente, los que llegan son los que alquilan la propiedad y estos no conocen ni tienen intenciones de mostrar un comportamiento civil y de convivencia con los vecinos.
“Esta gente es agresiva y hostil hacia los vecinos e incluso a la autoridad como los policías que ha acudido se han enfrentado, en donde se han burlado de ellos, les han lanzado objetos, les dicen palabras altisonantes y no responden a la solicitud de permitir el descanso y seguridad de los vecinos en sus propiedades,”, denunciaron.
Incluso han reportado la situación a la plataforma digital de arrendamiento de inmuebles Airbnb, sin embargo no han recibido una respuesta favorable.
“Como se puede apreciar esta situación es crónica, ya tiene mucho tiempo y que no se puede permitir en un estado de derecho, en donde el negocio de un vecino afecta a una colonia entera, sin responsabilidad alguna.
“Solicitamos se regule el sonido que generan las personas (con su música o sus voces) que arrendan, o bajo cualquier esquema, incluyendo Airbnb, que utilizan esas instalaciones y que se brinde certeza y seguridad de que las actividades de ese lugar son lícitas, que el propietario dé la cara y se responsabilice de lo que ocurre en su propiedad y las afectaciones que están sucediendo, tanto en las propiedades, como en las personas de la comunidad y que no solamente arrende y no se dé por enterado de las actividades que se están desarrollando en las instalaciones de su propiedad”, señalaron.
Junto con fotografías de las fiestas, los vecinos entregaron el documento también a autoridades estatales y municipales.