Del año 2000 a la fecha, en México han sido asesinados un total de 145 periodistas, según reportes de la organización internacional Article 19, de estos, 134 han sido hombres y 11 mujeres.
Ante tales cifras, el último informe de la organización internacional Reporteros Sin Fronteras (RSF), México, es el país más peligro en todo el mundo para ejercer el periodismo, incluso por encima de aquellos que se encuentran en guerra como en el medio oriente.
De la totalidad de periodistas ejecutados, 47 casos se registraron en el mandato de Enrique Peña Nieto y 25 en lo que va de la administración de Andrés Manuel López Obrador.
En lo que va de este año, han sido asesinados 8 periodistas, uno de ellos este jueves 28 de octubre, Fredy López Arévalo en San Cristóbal de las Casas.
El caso anterior, fue en Michoacán, el comunicador Abraham Mendoza, quien trabajaba en la emisora EXA 91.5.
Otros periodistas ejecutados este 2021, se encuentra Jacinto Romero Flores en Veracruz; Ricardo López Domínguez en Sonora; Saúl Tijerina Rentería, en Coahuila; Gustavo Sánchez Cabrera, Oaxaca; Benjamín Morales Hernández, Sonora; Enrique García, Estado de México.
El gobierno de Javier Duarte, que comenzó en diciembre de 2010 y finalizó el 30 de noviembre de 2016 en Veracruz, fue considerado como uno de los más letales para los comunicadores, con 18 ejecuciones de periodistas.
Dicho estado tiene la estadística más alta con 30 periodistas asesinados.
La violencia que se vive en México ha provocado un cruel ensañamiento del que han sido víctimas los periodistas, como lo es el homicidio de Julio Valdivia, reportero del diario “El Mundo de Córdoba”, quien fue hallado decapitado en Veracruz y su colega Víctor Fernández, del medio digital Punto x Punto Noticias, fue desmembrado en Acapulco.
Mientras que la reportera María Elena Ferral recibió ocho disparos de cuando salía de la oficina de un notario, se desempeñaba como corresponsal de varios periódicos locales y fundadora del portal de noticias Quinto Poder de Veracruz, investigaba los secuestros y las desapariciones forzadas, a menudo imputadas a la policía.
La luz del día y el andar en lugares altamente concurridos, tampoco han servido como protección para el gremio periodístico, ya que, en julio de este año, el periodista Abraham Mendoza, fue ejecutado a balazos en pleno centro de la ciudad, ante la vista de todos los presentes.
