En lo que va de este 2022, en México han sido ejecutados 2.25 periodistas por mes, lo que representa que este año, ha sido uno de los más violentos para los comunicadores mexicanos.
Y es que, a tan solo 4 meses con 5 días del 2022, en México han sido ejecutados un total de 9 periodistas.
Para arrancar las cifras rojas de ejecuciones contra comunicadores, en los primeros 10 días del mes de enero del año en curso, fue ejecutado José Luis Gamboa, trabajador del Inforegio en Veracruz.
Siete días después, es decir, el 17 de enero, a balazos fue ultimado Margarito Martínez quien se desempeñaba en un sinnúmero de medios de comunicación, en Baja California.
La tercera periodista asesinada, fue el 23 de enero, Lourdes Maldonado de “Sintoniza sin Censura” en Baja California, quien se trasladó hasta una mañanera del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para pedir protección y solicitar ayuda para salvaguardar su integridad física, sin embargo, fue ignorada.
Para el 31 de enero, cayó a balazos, Roberto Toledo de Monitor Michoacán en Michoacán.
De igual forma, a los 10 días del mes de febrero, Heber López Vázquez de “Noticias Web” en Oaxaca, fue ejecutado.
El 24 de febrero, las metrallas apuntaron a Jorge Camero, de “El Informativo” en Sonora.
Marzo, no estuvo exento y a los 4 días, las balas cayeron sobre Juan Carlos Muñiz de “Testigo Minero” en Zacatecas.
El 15 de marzo, la escena se repitió en Michoacán, con la ejecución de Armando Linares de Monitor Michoacán en Zitácuaro, quien semanas antes, había denunciado a través de redes sociales, la exigencia de justicia para su colaborador Roberto Toledo y aseguró que tenían indicios de los responsables.
Los periodistas mexicanos tuvieron un ligero descanso de las balas, al no registrarse ningún homicidio para el mes de abril.
Sin embargo, este 5 de mayo, los proyectiles cayeron sobre Luis Enrique Ramírez Ramos, dueño del portal de noticias Fuentes Fidedignas y columnista en el periódico El Debate, en Culiacán, Sinaloa.
A nivel mundial, México ha sido calificado como uno de los tres países con más riesgo para ejercer el periodismo en cualquiera de sus modalidades.