Autoridades estatales confirmaron que el ataque registrado el fin de semana en el bar La Resaka que dejó 7 muertos y 8 heridos en Tula, fue un acto dirigido y derivado de una disputa interna entre células delictivas que operan en la región.
En conferencia de prensa posterior a la reunión del Gabinete de Seguridad, el secretario de Seguridad Pública de Hidalgo, Salvador Cruz Neri, explicó que la organización criminal encabezada por El Hache se dividió recientemente en dos facciones: una liderada por El Kukis y otra por El Pacheco. De acuerdo con inteligencia estatal, la agresión ocurrió porque dentro del establecimiento se encontraba un colaborador cercano a El Kukis, dedicado al narcomenudeo, quien habría sido el objetivo directo.
El teniente Luis Cruz Mera, de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), detalló que aproximadamente ocho hombres armados ingresaron al inmueble alrededor de la 1:30 horas, a bordo de dos camionetas, utilizando fusiles calibre 7.62, .223 y armas 9 milímetros.
Asimismo, recordó que durante los últimos tres meses se han llevado a cabo cinco operativos en Tula y municipios aledaños, donde se han asegurado 36 armas largas, chalecos balísticos, cientos de cartuchos y nueve vehículos, uno de ellos blindado.
Durante una de estas intervenciones, en Atitalaquia, se localizó a una persona privada de su libertad.
El encargado de despacho de la Procuraduría, Francisco Fernández Cazbún, informó que existen órdenes de aprehensión vigentes contra integrantes de ambas facciones, incluidos líderes locales previamente detenidos.
Recalcó que se trabaja con un área de inteligencia “muy profesional” que opera junto a la Secretaría de Seguridad Pública y fuerzas federales.
Sobre el saldo del ataque, confirmó la muerte de seis personas y que ocho lesionados ya fueron dados de alta.
Aseguró que en los próximos días se darán a conocer más avances de la investigación.
Cabe destacar que el gobernador Julio Menchaca, instruyó a las instituciones de seguridad a atender el caso de manera prioritaria y mantener comunicación constante con los medios de comunicación.
Aunque en la región operan grupos provenientes de otros estados, los golpes recientes han debilitado sensiblemente su presencia en Hidalgo.
